Comunicación no verbal: los analistas no analizamos las 24 h

Algunos amigos me lo han confesado. Y la verdad es que de agradecer que me lo digan (y me hace cierta gracia): algunas personas con las que interactúo (amigos, conocidos, colaboradores…) me tienen cierto respeto. Temen que en cada momento y ocasión de estar juntos, les esté analizando. Tanto sus gestos y posturas como su atuendo. Temen explicar según qué cosas delante de mí, o se agobian de que ese día que se encuentran conmigo justo no van (según ellos) “suficientemente” bien arreglados…

Están en un error. Yo solo pongo el chip de analizar/asesorar cuando me contratan. Y no es porque si no hay un cheque delante no vaya a mover un dedo, no. Es simplemente porque para analizar, hace falta previamente recopilar datos: haber hecho muchas preguntas, cuál es el caso concreto, entender el contexto… No hay un “bien” o “mal” ni en comunicación no verbal ni en imagen personal.

La que repita look en 3 cenas, sus motivos tendrá. A lo mejor simplemente se pone el mismo traje porque es de la tienda de una amiga y quiere darle publicidad. O no tiene tiempo de ir a comprar. O le sienta como un guante y le hace sentir bien. O es una discreta ecologista poco amiga del consumismo… Sea lo que sea, un analista no está pendiente de qué llevan sus conocidos en una cena. Yo cuando voy a un plan, ¡estoy pendiente de estar con mis amigos y a ser posible de poder tomar algo!

Y lo mismo para posturas, etc. Si alguien me explica algo, no estoy escudriñándole mientras habla a ver si levanta una ceja y luego cruza los brazos, etc. Estoy escuchando atentamente porque me interesa lo que me cuentan. Y es que además, en muchos casos, para poder analizar el comportamiento no verbal necesito horas de ver y volver a ver la misma secuencia, ¡y a cámara lenta!

Supongo que a todos nos pasa con algunas profesiones de los demás. Con el que es inspector de hacienda, el que es chef… Pero por si acaso, prefiero comentarlo aquí con vosotros, por si sirve. Los analistas en comportamiento no verbal no trabajamos las 24 h, o al menos yo no. Así que si estás conmigo… ¡relax!

Saludos muy cordiales a todos,

Ana