¿Cómo comunica Kamala Harris?

¿Puede ganar Kamala Harris a Donald Trump? Esta es la gran pregunta tanto para demócratas como, sobre todo, para republicanos, que tenían en Biden un débil rival. Sin embargo, Kamala (Kámala, como se pronuncia) tiene bazas potentes como: ser mujer, de etnicidad múltiple y con un carisma más que suficiente. Despierta simpatías al igual que antipatías. Es la perfecta némesis de Trump.

¿Qué fortalezas y debilidades tiene Harris como política para suponer una rival a la par que Trump? Tienen aspectos en común, por lo que la rivalidad total está servida. Analizamos su comunicación no verbal y verbal, y la ponemos en relación con el contexto de EE.UU.

¿QUIÉN ES KAMALA HARRIS?

PROCEDENCIA ÉTNICA

Es muy posible que no conozcamos, ni nos parezcan relevantes, detalles como la procedencia étnica de Kamala Harris. Sin embargo en EE.UU. el color de la piel es un factor de peso en la política actual, que ayuda a decantar la balanza así como se hace presente en la comunicación con su público.

Hija de inmigrantes de 1ª generación. El padre, de Jamaica y ascendencia africana y la madre, de India de la etnia tamil (sur de la India). Ambos padres con nivel académico de Phd (doctorado) y profesores en universidades de élite, como Standford.

ESTUDIOS

Kamala Harris vivió de niña en California, en un barrio de afroamericanos; allí acudía a la Afro American Church donde cantaba en el coro junto a su hermana. Residió también en otros estados centrales de EE.UU., más tarde en Canadá (colegio de habla francesa) y luego otra vez California.

Estudió derecho en la Howard University, una universidad privada en Washington considerada el Harvard de los estudiantes negros, y después en la Universidad de California. En sus discursos, lo relacionado con las vidas de las personas negras tiene una presencia constante.

LA PRIMERA EN SUS LOGROS PROFESIONALES

En cada uno de los puestos laborales que ha tenido, Kamala ha sido la «primera en»: primera mujer fiscal de distrito en San Francisco, primera mujer fiscal general de California, primera senadora negra por California, primera vicepresidenta de EE.UU. Un palmarés que probablemente facilite ser percibida como una líder competente. Y aunque sus detractores dicen que lo consiguió de manera cuestionable, de cara a la política no importa. Lo que cuenta es que lo consiguió.

En España aspectos como la etnia y otras características individuales no se ponen sobre la mesa a la hora de sumar en el currículum laboral, pero en EE.UU. es diferente. Con la historia de segregación y racismo que ha definido siempre al país hasta hace pocas décadas, y la multitud histórica de procedencias que hay, los aspectos identitarios cobran mayor relevancia y pueden ser un asset en según qué circunstancias.

COMUNICACIÓN DE KAMALA HARRIS

SUS RASGOS IDENTITARIOS, BAZA COMUNICATIVA

Es precisamente ese conjunto de rasgos identitarios lo que la pueden hacer ganar. Como sabemos en EE.UU. se aplica la (controvertida) discriminación positiva en ciertos entornos para ofrecer las mismas oportunidades a las personas de colectivos minoritarios y vulnerables.

Por ejemplo, ante dos opositoras a juez, una blanca y una negra, la negra tendría de partida puntos extra. Kamala Harris fue una gran defensora precisamente de la aplicación de este tipo de medidas en los centros educativos californianos.

Y esta mentalidad ha arraigado ya en muchos estadounidenses: por ser mujer, afroamericana e india puntúa positivamente en la percepción y simpatía colectivas. Algo que forma parte del temor de los seguidores de Trump.

¿DE QUÉ HABLA KAMALA HARRIS?

En conjunto, si analizamos tanto el contenido verbal como la comunicación no verbal, Kamala Harris tiene bastantes tablas como oradora para la política actual, de poco calado; se desenvuelve bien.

Si nos centramos en el contenido verbal, en lo que elige decir, suele ser poco contenido, ligero, y repartido en estos bloques:

  • Anécdotas de su etapa como fiscal
  • Logros del partido demócrata
  • Una visión general de EE.UU.
  • Infusión de miedo en torno a los republicanos
  • Referencias a la comunidad negra: estadísticas, datos…

Sus discursos los escribe Oliver Barthelemew. Y estos días analizando sus discursos me ha sorprendido que ha repetido al menos en 3 ocasiones un fragmento exacto, palabra por palabra. Podemos repetir el mensaje, pero no podemos repetirlo exacto palabra por palabra. Eso habla de las pocas habilidades dialécticas.

¿QUÉ RECURSOS EMPLEA?

  • Apela a la audiencia y se adapta a ella, ya sea en mítines o entrevistas en la televisión, lo que le permite gran conexión con el público.
  • Léxico básico y soñador: libertad, justicia social, oportunidad… que todos pueden entender y estar de acuerdo.
  • Aporta algún dato o estadística, de poco calado pero que refuerza el mensaje.
  • Humor: emplea el humor, ya sea con comentarios o simplemente la expresividad de la cara y un silencio, buscando la complicidad con el público.
  • Emplea con frecuencia el calificativo «extremists» o «extreme» para referirse a los republicanos o sus iniciativas.
  • Lenguaje populista: «estamos en lucha», «no retrocederemos [en derechos]», etc.

COMUNICACIÓN NO VERBAL

IMAGEN PERSONAL

Su rostro no es estereotípicamente femenino, al tener el tercio de nariz largo y una mandíbula fuerte. (Todos los rostros de mujer son femeninos, porque somos mujeres, solo comparo con el estereotipo.) Considero que para la política, y en concreto para medirse con Trump, su rostro le va a ayudar ya que transmite reciedumbre.

Harris tiene una buena imagen personal general. A sus 59 años mantiene una piel tersa y cuidada, así como su melena. Dentadura luminosa y alineada. Todo lo que muestre salud y juventud nos habla al inconsciente de competencia. Comparada con Biden, es una mejora infinita. Y comparada con Trump, sus 20 años menos también lo son.

Disimula su corta estatura, que podría restarle credibilidad (las personas altas suelen tenerlo más fácil para ejercer cargos de responsabilidad), con trajes con pantalón que le ayudan a esconder los tacones altos con los que gana altura. Los blazers con hombreras grandes compensan una cadera rellena y neutralizan su feminidad. Suele llevar colores sobrios, elegantes y anodinos (azul marino, gris, beige…), que no dan para que nadie comente sus estilismos. Tiene aspecto de política al uso, entre ejecutiva y funcionaria de alto rango, que le aportan fiabilidad.

Como buena política de EE.UU. no le faltan las perlas: en su caso, pendientes de tamaño XL de perlas y un collar moderno de perlas que alterna con otro XL dorado. En España tales joyas serían consideradas ultra clásicas y propias de épocas pasadas y clase acomodada, por lo que políticas de derechas e izquierdas las rechazan, aunque ambas las tengan. Sin embargo en EE.UU. son un símbolo del sueño americano de que todos pueden llegar lejos.

GESTICULACIÓN

Gesticula de forma amplia, vistosa, intensa, lo que transmite bastante pasión para ser EE.UU., un país anglosajón que suele ser comedido. Alterna momentos serenos en los que agarra con sus manos el atril y momentos más expresivos en los que se siente más cómoda y hace gestos ilustradores con ambas manos (que van dibujando el mensaje verbal).

Emplea la cabeza para enfatizar momentos álgidos de su mensaje. Hace movimientos de la cabeza típicos de las mujeres negras de EE.UU. En su caso son sutiles, pero ahí están, reafirmando una identidad de la que se siente orgullosa y podemos percibir sin filtros.

MUY EXPRESIVA FACIALMENTE

Es muy expresiva con el rostro. Ya sea para marcar una pausa, para mostrar alegría, para enfatizar la seriedad de un asunto. Su carisma también es esto, ser expresiva, libre y comunicativa con el rostro, aunque como veremos abajo a veces resulta excesivo. Pero otras líderes como Giorgia Meloni son extremadamente expresivas, tanto para los estados positivos como los negativos, y eso precisamente les ha ayudado, al contrario de lo que suele pensarse para las mujeres.

2 ELEMENTOS NO VERBALES DESFAVORABLES

Hay 2 conductas no verbales que considero que pueden mejorarse en su comunicación global, y que son fácilmente perceptibles.

1. VOZ

Cuando eleva el volumen, algo que en los mítines hay que hacer para arengar al votante y además no resultar monótonos, su voz es bastante aguda, lo que resulta estridente y un poco desagradable. Por otro lado, en ocasiones se oye envejecida, restándole fuerza al mensaje y torpedeando la percepción de liderazgo.

De todos modos, en estas semanas desde su candidatura, he notado que está cambiando hacia una impostación más grave. Son muchas las mujeres que han trabajado su voz a más grave para ejercer su liderazgo (cuestiones ancestrales…): Margaret Thatcher, Elizabeth Holmes, la reina Letizia….

2. TRANSICIONES DEMASIADO RÁPIDAS ENTRE SERIEDAD Y JÚBILO

Expresiones faciales de júbilo intenso incoherentes con el momento. En sus intervenciones, alterna entre expresión facial neutra coincidiendo con algún tema profundo, y despliegues faciales intensos de júbilo al saltar de pronto a un comentario irónico o gracioso: ojos muy entrecerrados y boca abierta. El resultado es un conjunto extraño de transiciones expresivas (y de contenido), que resultan en un histrionismo que lastra la seriedad del mensaje. Considero que debería modularlo.

CARISMÁTICA

Kamala Harris es carismática. Sabe moverse entre personas diferentes, con diferente posición. Se la ve segura, desenvuelta, le gusta el terreno que pisa. Y a la vez es cercana, bromista, tiene iniciativa a la hora de dirigir al público. Si quiere se ríe, si quiere pone caras, si quiere aplaude, si quiere amenaza…

Hillary Clinton no era carismática sino aburridísima, y eso en un duelo con alguien como Trump pesaba. Ahora Trump tiene una rival a su altura, y complementaria en muchos aspectos como el género, la cuestión étnica, o el origen. Si hay que elegir, encuentro que Trump es más carismático: más libre, más poderoso. Pero Kamala le pisa los talones y seguro que en estos meses hasta las elecciones desarrollará más su propio estilo.

TRUMP Y KAMALA, ESTILOS SIMILARES

Con sus temáticas limitadas y repetitivas, con su gestación de miedo del otro, y su léxico y analogías hiperbólicas, Kamala Harris es una buena némesis de Donald Trump. Ambos hablan sin decir mucho, y levantan pasión y odios a partes iguales. Con tablas ante el público y con una postura inclinada hacia los extremos, la arena está animada en estas elecciones.

La doble celebración no verbal de Djokovic

Solo mi familia y mi equipo saben por lo que hemos pasado las últimas 4-5 semanas y esta es probablemente la mayor victoria de mi vida, teniendo en cuenta las circunstancias

Ver a Djokovic trepar por la grada para celebrar una victoria, al más puro estilo Nadal en sus inicios, llama la atención. Y más si luego se derrumba llorando. Algún comentarista interpretó que tal intensidad se debía a que era su 10ª victoria del Open de Australia, o a que era su grand slam número 22 y que con esto igualaba los grand slams de Nadal. Sin embargo creo que nada más lejos de la realidad. Djokovic se permitió relatar abiertamente con su lenguaje no verbal lo que luego con su lenguaje verbal en su discurso verbal prefirió eufemizar.

CONTEXTO

Novak Djokovic, uno de los mejores tenistas de todos los tiempos, el que más records tiene junto a Federer y Nadal, protagonizó el año pasado un controvertido episodio a raíz del Australian Open. Los organizadores del torneo exigieron que todos los participantes estuvieran vacunados de covid, y Djokovic se negó a ponerse esa vacuna arnm. Como país, Australia estaba aplicando de las mayores restricciones hacia su propia población.

A pesar de que era el número 1 y el favorito para ganar ese torneo pues llevaba 9 Open de Australia ganados, los organizadores del evento se mantuvieron firmes en la norma y Djokovic tampoco cedió a la coacción. Coincidiendo con la sorprendente implementación de pasaportes covid en la mayoría de países, la situación de Djokovic generó un apasionado debate y dividió a la afición del tenis y a la población en general.

Lo que sucedió después fue un pulso en toda regla. Sin haberse vacunado, Djokovic aterrizó en Australia alegando que había pasado hacía poco el covid. Lo detuvieron y estuvo retenido. Djokovic recurrió a abogados y estos demostraron que según las leyes no se le podía retener por no estar vacunado. El Estado Australiano se acogió entonces a que en determinados casos (terrorismo, amenaza nacional) se podía expulsar sin más: Djokovic fue declarado un peligro público y fue deportado del país. La sociedad, una vez más, se dividía entre quienes se regocijaban por la expulsión y quienes se llevaban las manos a la cabeza por el atropello de derechos. Villano para unos, héroe para otros.

Djokovic no jugó el Open de Australia, uno de los 4 grandes donde tanto en puntos para el ranking como en premio son los más importantes de circuito junto a Roland Garros, el US Open y Wimbledon. Perdió el número 1 al no poder defender los puntos y fue trending topic, teniendo mayoritariamente la opinión pública en contra. Podemos suponer que no fueron unos momentos fáciles, y que quizá se sentiría humillado o que había vivido una injusticia con toda la situación vivida.

VICTORIA EN EL TENIS Y EN LAS CONVICCIONES

Por eso, cuando Djokovic ganó hace unos días el Open de Australia, pudimos observar una forma de celebrar la victoria muy diferente a lo que nos tiene acostumbrados. Podemos destacar 3 fases expresivas, combinando lo no verbal y lo verbal, una vez acabó el partido:

• FASE 1. A pie de pista, apenas hay microsegundos de expresión sutil de triunfo, y enseguida vemos expresión de orgullo. Podemos entender que se trata de una autoevaluación positiva de su resultado en solo 3 sets, que es la 10ª vez seguida que se hace con el torneo, que recupera el nº 1, etc.

• FASE 2. En la grada con los suyos, triunfo, euforia y llanto intensos. Tal intensidad nos permite inferir que la batalla para recuperar el honor tras la deportación y la crisis reputacional fue ardua.

• FASE 3. En su discurso verbal al recibir el trofeo, recalca sin entrar a dar detalles que «es la victoria más importante de mi vida, dadas las circunstancias».

Lo que tuvo que decir con contundencia, lo dijo con su lenguaje no verbal, largamente y sin tapujos. En el mensaje verbal, prefirió eufemizar.

Ya que con esa victoria sumaba 22 grand slams, veamos en 22 imágenes cómo expresa las 2 victorias diferentes que tenía en juego.

Tras dar la mano a Tsisipas y a la juez de silla, mostró esta expresión de orgullo ante el público: postura expandida, expresión facial relajada con leve sonrisa, cabeza hacia atrás. Sacando a relucir su carisma y la gran seguridad que tiene en sí mismo, movía los dedos animando al público a aplaudirle en su 10ª victoria consecutiva en Melbourne.
Dedicó unos segundos a lo que parecía rezar, señalando el cielo, llevándose la mano al corazón, y besando el suelo con la mano.
Expresión facial relajada y con leve sonrisa. En la pista, solo observamos orgullo, que es una emoción en la que uno valora su propia actuación. Aquí, se dirigía adonde estaba su equipo.
Al situarse frente a su equipo, de golpe mostró un lenguaje verbal totalmente diferente: triunfo, en su display completo, con grito incluido.
Sorprendente para todos, comenzó a trepar a la grada, al más puro estilo Nadal en sus primeras grandes victorias a los 18 años.
Encima de la barandilla, mostró euforia mediante saltos y un triunfo alegre, menos dominante.
Da un abrazo generalizado rápido y englobando a su equipo.
Suelta a su equipo y se gira hacia abajo, donde están las cámaras, y dedica unos segundos a mostrar su triunfo: puños cerrados, brazos en tensión, grito…
Alarga sin contenerse su lenguaje no verbal de triunfo, esta vez orientado a todo el público y podemos ver más de ese display completo, con la expresión facial propia de esa emoción (cejas bajas, boca abierta, etc.). Bien podemos interpretar que quiere mostrar su triunfo ante la otra batalla.
Se vuelve hacia su equipo y abraza a su hermano.
En ese abrazo a su hermano empieza a llorar. Podemos ver en la imagen parte de la activación muscular en el entrecejo.
Segundos después se derrumba. Se deja caer al suelo en llanto intenso. El llanto aparece cuando una emoción determinada nos desborda, como mecanismo fisiológico para recuperar el equilibrio. Mi pregunta sería (tengo que investigarlo): ese triunfo y euforia tan intensos, ¿te desequilibran hasta tal punto que te sientes débil y necesitas echarte al suelo? Parece probable.
Tapándose la cara con los brazos, está largos segundos en el suelo llorando mientras el equipo le arropa. He observado que el llanto, que nos sobreviene como mecanismo regulador de emociones demasiado intensas (con estímulos presentes o evocados), es algo que solemos ocultar, presumiblemente por vergüenza de no querer mostrarse vulnerabilible.
Las cámaras enfocaron a aficionadas que por contagio emocional lloraban.
Al oírse por megafonía que se va a iniciar la entrega de premios, necesita ayuda para levantarse pues aún no se había recompuesto. Entendemos con este lenguaje no verbal la intensidad de las emociones vividas en los meses pasados.
Aún en llanto, se abraza a su madre otros segundos. Fijaos qué tipo de abrazo: se encoge hasta caber en el hombro de su madre, quizá para que su llanto no se vea o buscando protección.
Si al trepar a la grada habíamos visto que mostraba agilidad dada por la euforia, ahora al bajar necesita ayuda.
Se dirige a su banco, y se seca las lágrimas de ambos ojos, primero con la muñequera y después con la manga.
En el banco ya sentado, lo primero que hace es taparse la cara con la toalla y darse tiempo para llorar. Un llanto intenso pues se pudo ver cómo se sacudía la espalda.
Ya recuperado el equilibrio, se enfundó la chaqueta con un 22 hecho con el logo de su patrocinador, Lacoste. Mientras los organizadores del torneo alababan su juego y resultado, permaneció con el rostro relativamente serio y también al estrecharles la mano.
En su discurso hubo lugar para el humor, que levantó la carcajada del público. Eso es algo muy propio del carisma: ser capaz de palpar el ambiente del público y tener la seguridad de gastar alguna broma sabiendo el efecto que tendrá.
Al final de su discurso, al mencionar con el eufemismo «circunstancias» lo vivido durante el último año, pudimos observar que se apretaba los labios hacia adentro, que podemos interpretar como estrés y contención.

Así pues, pudimos ver dos fases en la celebración. Primero, al acabar el partido, ante el público general posturas y gestos de orgullo por los resultados en el plano tenístico: una final en 3 sets, su 10º Open de Australia, sus 22 grand slams.

En una segunda fase, ya en la grada con su equipo y familiares, mostró lenguaje no verbal de triunfo en estado puro, sin moderación, orientándose hacia su equipo primero, hacia las cámaras después (el mundo exterior) y finalmente ante los asistentes. ¿Triunfo sobre qué? No sobre Tsisipas sino triunfo en la batalla que había empezado un año antes a raíz de su deportación: una batalla en la que el honor, la dignidad o la justicia estaban en juego.

DISCURSO VERBAL AL RECOGER EL TROFEO

Con el gran carisma que le caracteriza, Djokovic habló durante 7 minutos repartiendo buenas palabras para todos, pero sin dejar de mencionar cuál era su verdadera victoria. En el discurso verbal hubo 5 bloques de contenido.

• Alabanza y respeto por Tsisipas y su equipo, sobre su evolución general, esfuerzo y desarrollo en el torneo.

Mensaje para los jugadores más jóvenes. Poniendo en común a Grecia y Serbia como países donde no hay mucha tradición ni referentes en tenis, lo que supone menos apoyos para prosperar, envía un mensaje para cualquier jugador joven: «sueña a lo grande, todo es posible , no dejes que nadie te arrebate tu sueño. Pienso que cuanto mayores sean las dificultades y las desventajas, más fuerte te vuelves.» 

• Se dirige a su equipo y familia. Menciona su paciencia ante su carácter dentro y fuera de la pista. Bromea y se ríe. Un ejemplo de su carisma es que mezclar en un discurso solemne una broma y arrancar las risas del público, con total seguridad. Esto es básico para relajar cualquier ambientes y alinear el humor general de los asistentes. “Este trofeo es vuestro tanto como mío”. 

• «Las circunstancias», sobre cuyo resultado sí se expresó no verbalmente. “Tengo que decir que este ha sido uno de los torneos más desafiantes de mi vida, teniendo en cuenta las circunstancias: no haber jugado el año pasado, volviendo este año [silencio y ovaciones]. Quiero agradecer a todas las personas que me han hecho sentir bienvenido, cómodo en Melbourne y Australia. Hay una razón por la que he jugado mi mejor tenis de mi carrera en Australia, y en esta pista, delante del legendario Rod Leiver. Gracias por haber estado aquí esta noche. Solo mi familia y mi equipo saben por lo que hemos pasado las últimas 4-5 semanas y esta es probablemente la mayor victoria de mi vida, teniendo en cuenta las circunstancias.» 

• Reconocimiento a la organización, voluntarios y asistentes dentro y fuera de la pista, y los seguidores del tenis del mundo en general.

Os dejo los enlaces a los vídeos de la reacción al acabar el partido y del discurso al recoger el trofeo:

Liderar en situación de crisis. Análisis a Sánchez en la Policía en Barcelona

Marlaska-Barcelona

A raíz de los acontecimientos en Cataluña tras la sentencia por el procés, Pedro Sánchez pasó por Barcelona y por un lado visitó a los agentes heridos en los disturbios, tanto mossos d’esquadra como policías nacionales, y por el otro la Jefatura de la Policía Nacional en el centro de la ciudad, que es lo que analizamos hoy.

Viendo el vídeo de su intervención (vídeo al final de todo, muy breve), enseguida pensé «menudo bajón» si yo fuese policía en las circunstancias actuales en Cataluña. Tanto su discurso verbal como su lenguaje no verbal en este caso denotan una falta considerable de liderazgo. ¡Vamos que al acabar casi había que darle una palmadita en la espalda! Tanto es así que hasta Marlaska lo dice con sus gestos.

¿Qué es lo que hace que no sea el líder que hacía falta en ese momento? Vamos a centrar el análisis en 3 puntos:

• proporcionalidad entre discurso y contexto

• capacidad de liderazgo

• comunicación no verbal de Marlaska

PROPORCIONALIDAD AL CONTEXTO

¿Cuál es el contexto en el que hacer esta intervención, dar el discurso? Un cuerpo policial que se ha visto desbordado y sin refuerzos para hacer frente a episodios de disturbios estilo kale borroka, con violencia dirigida hacia los agentes. Gran tensión, compañeros heridos, falta de munición/efectivos, minimización por parte de las autoridades, órdenes de no ir a más a pesar del panorama encontrado. Esto, como análisis previo para empatizar con los receptores de tu mensaje.

Ante una situación similar, las palabras elegidas deben ser equiparables a la situación vivida, de modo que se cree un equilibrio en la balanza entre receptor y emisor. Básicamente, estar en la misma onda, hablar en la misma frecuencia. Palabras a la altura de los hechos. Gestos, tono, volumen… a la altura de las circunstancias.

Este es el discurso, y desde lo verbal, opinad si las palabras elegidas son proporcionales a los hechos y situación:

«Yo creo que sois un ejemplo de profesionalidad, de vocación de servicio público; algo que durante estos últimos años eh… pues eh… se ha menospreciado en algunas ocasiones por la opinión publicada, no la opinión pública. Y para aquellos que creemos en el servicio público, que tenemos vocación de servicio público pues es un orgullo el poder… el poder…eh el poder compartir con vosotros eh este rato y sobre todo el trasladaros estas palabras, ¿no? De agradecimiento, de reconocimiento, de solidaridad, ¿eh?, de apoyo, y sobre todo de ánimo. De ánimo porque no estáis solos, hay muchísima gente detrás vuestro, muchísima gente. Eh… y… es verdad que la crisis no ha acabado pero tenemos que persistir, ¿eh? Ellos probablemente quieran persistir, cronificar esta esta crisis pero nosotros somos mucho más persistentes, mucho más em… cabezotas.»

Esto es el corte al que se tiene acceso. Desconozco si hay más o mejor.

El problema no es tanto las palabras elegidas, a las que faltaría adecuar al contexto (en vez de «crisis», «grave crisis»; en vez de «cabezotas», «tenacidad» o «fuerza y honor», que suelen decir en la PN) como el lenguaje no verbal que las acompañan. Además de lo que decimos es muy relevante cómo lo decimos.

En este caso, Sánchez presenta coherencia entre un discurso verbal muy moderado (se queda muy corto) y un lenguaje no verbal apenas visible, en la entonación, volumen (apenas audible(, amplitud de la gesticulación…

Hay que tener en cuenta también que Sánchez fue abucheado al llegar, donde se habían congregado CDR para recibirle en la Jefatura. Por lo que es posible que su intervención ante la Policía fuese resultado de un estado emocional acorde. Es posible que el estrés le haya jugado una mala pasada, dejando su lado racional y tomar las riendas en dique seco.

En cualquier caso, discurso verbal débil, y debilidad enfatizada por su comportamiento no verbal.

LIDERAZGO

Los estudios demuestran que ante una comunicación de crisis en las empresas, resulta mucho más creíble cuando los líderes de las compañías son sinceros, reconocen la situación en la que se está y no dudan en mostrar esa honestidad también desde le punto de vista no verbal en elementos como el tono de voz, las emociones, o la espontaneidad. Para después si hace falta llenar su discurso de optimismo o de estrategia. Pero pasa por reconocer, por poner sobre la mesa lo que hay tanto en hechos como en emociones.

Cada vez se oye más, y es así, que las tendencias en liderazgo actual se basan en la empatía, la transparencia, la honestidad… Eso hace cercano y creíble, facilita la conexión con el auditorio / equipo, y desde ahí hasta donde se quiera llegar.

Es relativamente fácil en el día a día acercarse a ese estilo de liderazgo (a pesar de que iría en algunos aspectos en contra de la personalidad de los líderes más «cuchillo entre los dientes»). Pero no es lo mismo el día a día que una situación de crisis. Ahí, como en toda situación estresante, sale la madera de la cual cada uno está hecho. Por eso es especialmente importante tomar conciencia de hacer una buena comunicación en esos casos.

En el caso de Sánchez, acudió a la Jefatura de Barcelona en calidad de autoridad, pero creo que se comportó sin ninguna habilidad de influencia o liderazgo disponible en ese momento.

EL GESTO DE MARLASKA LO DICE TODO

El momento cumbre que más denota ese poco convencer de Sánchez es cuando dice:

«Y para aquellos que creemos en el servicio público, que tenemos vocación de servicio público pues es un orgullo el poder… el poder… eh… el poder compartir con vosotros eh este rato […]»

Justo en ese titubeo, no solo Sánchez muestra una expresión facial de duda según la cual parece no saber cómo continuar, sino que Marlaska le mira y empieza a tocarse la boca, un gesto que denota enorme inquietud, podemos hipotetizar que ante la poca elocuencia de Sánchez. Luego hace ver que se estaba sacando algún tipo de pelusa, muy típico en estas situaciones.

Marlaska Barcelona
Marlaska gesto inquietud

En fin, hasta aquí el análisis de hoy. Los análisis a personajes públicos aquí los sacamos a colación para luego quedarnos con 2 o 3 ideas que aplicar nosotros en situaciones similares. En este caso, en comunicaciones de crisis, contextos más excepcionales que requieren una actitud y un comportamiento también especiales.

Tanto en la faceta laboral como en la personal, si queremos ejercer un buen liderazgo, convincente y que lleve hacia algún lado, que marque un antes y un después de nuestra intervención:

• adecuar lo que digamos/y cómo lo digamos al contexto, buscando equilibro y proporción

• si tienes que liderar: ábrete, sé honesto, sea cual sea la situación, y lo que tengas que mostrar: emociones, hechos de connotación negativa…

• atentos al lenguaje no verbal del resto de oyentes! Sin que tengan que estresarnos más, nos pueden servir de guía y medición 

Espero que os haya sido útil y podáis adecuar este análisis a otras situaciones.

Un cordial saludo,

Ana

Los gestos de Macron como ejemplo de lenguaje no verbal mejorable

Los gestos que hacemos al hablar son importantes. Y los que no hacemos también. Emmanuel Macron, presidente electo francés, nos va a servir hoy de ejemplo de cómo los gestos pueden enriquecer o empobrecer el global de la comunicación al hablar.

Emmanuel Macron ha llegado de forma fulgurante al Elíseo pero sigue siendo un gran desconocido para muchos. He estado viendo algunos vídeos en los que antiguos profesores lo describen como a alguien con grandes capacidades en el lenguaje, entre otras. Escuchándole hablar podemos decir que efectivamente su expresión verbal es rica y sus discursos (probablemente no los haga él todos), bien elaborados. Sin embargo, veo en sus apariciones que lo que le falta son habilidades de comunicación no verbal: a día de hoy su lenguaje no verbal es mejorable.

Quizá uno pueda plantearse qué más dará el lenguaje no verbal, si ha llegado a ser elegido presidente, y que tan mal no comunicará. Es cierto que ha llegado adonde quería, pero aún le queda un largo recorrido de cara al público en el que seguir explicando un programa no siempre comprendido. La comunicación no verbal sobre todo le ayudará (nos ayuda) a transmitir de forma mucho más eficaz el mensaje.

El día 9 de mayo, día de Europa, Macron publicó un vídeo en el canal de Youtube de En Marche, en el que hablaba de la importancia de la creación de lo que hoy es la Unión Europea en 1950 y de que Europa tome un nuevo enfoque de cara al futuro. El vídeo se llama «Refonder notre Europe» y dura 5.36 mins. Aunque el discurso es interesante y está bien construido, resulta un poco aburrido de escuchar. Se echa en falta un lenguaje no verbal más presente, en concreto, una gesticulación más variada y dinámica (aunque también otros aspectos).

¿Qué hace Macron que nosotros debemos evitar cuando nosotros intervenimos ante un público, ya sea en una conferencia, en un juicio o en un vídeo?

Si en varios discursos se agarraba al atril con ambas manos y de ahí apenas las movía, en este vídeo las manos siguen sin servirle como herramienta comunicativa. Veámoslo en 4 puntos:

1. Inmóvil

Con los brazos bajos y sin movimiento, las manos no salen en el encuadre y resulta difícil la escucha:

gestos Macron ausencia
Macron habla sin ningún tipo de gesto durante 26 segundos, y en otros momentos del discurso.

2. Manos entrelazadas

La mayor parte del tiempo habla con las manos entrelazadas delante del pecho, con los dedos por fuera o por dentro. Las mueve arriba y abajo pero siempre cogidas. Estos gestos podemos interpretarlos como nerviosismo que le hace ponerse las manos como escudo ante el público:

Macron gestos manos
Macron llega a estar hasta 40 segundo con las manos entrelazadas así.
Macron gestos

3. Pocos gestos ilustradores

Es habitual, al hablar ante un público o cámara, empezar algo nerviosos y luego irnos relajando. Como la gesticulación va en parte ligada a nuestro estado emocional también tiene una evolución a lo largo del discurso. El vídeo presenta varios cortes y podríamos pensar que a partir de la mitad alguien le ha prestado algún tipo de rápido asesoramiento en su comunicación no verbal: emplea más gestos ilustradores, que enfatizan el mensaje ayudando a despertar interés.

Los gestos ilustradores son aquellos que apoyan el mensaje y están relacionados con lo que se está diciendo; es decir, hay una coherencia entre lo verbal y lo no verbal. Por ejemplo, al hablar del futuro sería normal situar la mano hacia delante de nuestro cuerpo. Macron apenas emplea gestos que acompañen su discurso verbal. Por ejemplo, cuando habla de refundar Europa yendo más lejos que en 1950, al mantener las manos entrelazadas apenas es perceptible el pequeño movimiento de manos que hace y pierde ocasión de enriquecer su discurso:

Macron lenguaje no verbal gestos

Otro gesto ilustrador típico es contar con los dedos a la vez que se hace una enumeración verbal: una lista de algo. En este caso, Macron habla de 3 conceptos pero solo le siguen las manos en el primer punto; luego las vuelve a entrelazar.

gestos Macron enumeracion
Ayudarse de las manos al enumerar ayuda en el seguimiento del mensaje.
gesto Macron ilustrador
En la segunda mitad del discurso, emplea más gestos que enfatizan el mensaje verbal.

4. Se sujeta las manos

En la misma línea de entrelazar las manos en el centro, se recoge las manos en varias ocasiones, a veces apretándoselas lo que indica cierta tensión. Si tendemos a sujetarnos las manos, haremos menos gestos.

Como dato curioso (siempre sale algún dato curioso en los análisis), en una de las veces que junta sus manos en el centro se frota las manos mientras dice en su discurso verbal: «Que nosotros continuemos siendo este ejemplo en el mundo entero». Frotarse las manos se puede interpretar, y aplica en este contexto, en el sentido de que se tiene expectativas positivas en la idea que se está diciendo u oyendo.

Macron gestos frotarse manos
«Que nosotros [Unión Europea] continuemos siendo este ejemplo en el mundo entero.»

Resumen y conclusiones:

• Nosotros, si tenemos que hablar en público o ante una cámara y tenemos cierta inseguridad (probable), debemos tener presente que lo verbal y lo no verbal deben ir de la mano.

• En concreto, la gesticulación va a ayudar mucho a que nuestro mensaje verbal se vea reforzado, y eso ayudará al público a seguir y comprender nuestro discurso mejor.

• Si estamos muy nerviosos y nos asesoran juntar las manos en el centro, hay que tener cuidado pues corremos el riesgo de dejarlas «atadas» así durante mucho tiempo y empobrecer nuestra intervención. Aunque al principio las manos puedan temblar un poco, desde lejos apenas es perceptible y el temblor suele pasar al cabo de poco de haber empezado a hablar.

• Ante la duda, mejor mover más las manos que menos.

Gestos ilustradores son aquellos que acompañan el discurso verbal, lo dibujan con las manos, para ayudar al interlocutor a seguirnos y enfatizar nuestro mensaje. Estos no pueden faltar cuando hables.

• Aunque después haya alguien entre el público, o alguien como yo que analiza, que pueda detectar algún gesto más o menos oportuno, es mejor gesticular que estar inmóvil.

Si tenéis alguna intervención, cursos o conferencias no dudéis en aplicar lo que acabamos de comentar. ¡Las manos son parte de vuestro discurso!

Un cordial saludo,

Ana