Llama la atención la indumentaria elegida por el presidente de Ucrania, Zelensky, en sus apariciones ante las cámaras. ¿Qué mensaje transmite? ¿Y Putin?
¿Qué podemos analizar en ambos casos? Lo primero, recordar la enorme potencia que tiene nuestra apariencia como elemento de comunicación no verbal en cualquier contexto y situación. Y en un conflicto bélico de estas características, que tiene en vilo a una parte del globo, todas las imágenes que se proporcionen van a tener un papel esencial en configurar la opinión pública.
Zelensky ofrece una imagen invariable con prendas sencillas verde militar: camisetas lisas o de estampado camuflaje, forros polares, parkas… Ucrania ha sido atacada por un país teóricamente superior en fuerzas y Zelensky transmite un mensaje doble: por un lado, comunica a su pueblo que es el primero que está activo en la trinchera luchando por el país, y así contradecir los rumores de que había dejado Kiev.
Por otro lado, ofrece una apariencia de precariedad material a la comunidad internacional, a quien ha solicitado ayuda. Precariedad porque no aparece con potente armamento o rodeado de militares con galones. Ni rastro de imágenes de su ejército o los grupos independientes armados que han surgido. Al contrario: en los comunicados en vídeo oficiales aparece con un fondo liso con el emblema y bandera ucranianos, así como a pie de calle, en vídeos grabados con su propio móvil, en los que se rodea de algunos cargos de su gobierno, asimismo vestidos con esas mismas prendas verdes sin más. Al mismo tiempo, está descartando aparentar poderío frente a su enemigo; algo que considero importante pues no solo levantaría la moral a la población sino que minaría la de los rusos.
.
Putin, en cambio, transmite una imagen que es lo opuesto: siempre con traje perfectamente puesto y dentro de los oropeles y grandiosidad de las marmoleadas salas del Kremlin, en vídeos que alternan primeros planos suyos con primeros planos de generales uniformados o jefes de servicios secretos, a los que da órdenes. Comunica que desde el Kremlin lo tienen todo coordinado y no les va a hacer falta bajar a la arena a librar la batalla.
Recreaciones escénicas complementarias de David y Goliath.
Curiosamente, en la reunión que está teniendo lugar en la frontera ucraniana-bielorrusa, ambas delegaciones negociadoras reproducen la misma apariencia: los ucranianos con apariencia de guerrilla, y los rusos, de burócratas.
Qué poderoso es lo que llegamos a comunicar con nuestra imagen sin mediar el lenguaje verbal, especialmente en esta era de lo digital y la ausencia de reflexión profunda de los hechos.