Kate Middleton o la alta diplomacia a través de la imagen personal

¿Por qué analizar la apariencia de Kate Middleton? Porque la podemos considerar un referente absoluto en la gestión de su imagen personal. Porque está trabajada, es constante y es coherente. Quizá resulte un personaje lejano; quizá penséis que es solo interesante para la prensa rosa; o tal vez consideréis que su imagen es cursi o anodina, como me suelen comentar algunos. Sin embargo, nada más lejos de lo anodino, pues no da puntada sin hilo en cuanto a apariencia se refiere, conocedora sin lugar a dudas de que se trata de un potente canal de comunicación no verbal.

De hecho, ¿qué nos dice la ciencia sobre la apariencia como canal de comportamiento no verbal? Hay muchos estudios que se centran en qué sucede si alguien se viste así, asá, si emplea un color, otro… Como denominador común, podemos extraer de todos ellos que no sólo comunicamos «cosas», sino que además nuestro comportamiento se ve influido por la apariencia de los demás. Conducta tanto visible (cómo nos acercamos/apartamos de alguien, o si le tocamos más o menos, por ejemplo), como fisiológica (alteración de la presión, ritmo cardíaco, etc.).

Es decir, según la información que obtenemos exclusivamente por elementos no verbales como es el conjunto de apariencia, hacemos inferencias sobre el otro; y esas inferencias van a condicionar nuestra conducta hacia la persona.

¿Qué hace de Kate Middleton alguien excepcional desde el punto de vista del uso de la apariencia?

La mayoría de las veces cuando elegimos todos esos elementos que conforman la apariencia (desde prendas de vestir hasta peinados, gafas, relojes, oficina, maquillaje, joyas, despachos, automóvil, etc.), buscamos o que nos quede bien, estar guapos, en resumen; o que el otro nos atribuya fácilmente determinadas cualidades solo con vernos: lo que somos, a qué estatus hemos llegado, a qué grupo social/intelectual pertenecemos, qué edad (no) tenemos… En definitiva, por lo general nuestra imagen está muy centrada en el YO.

Lo mismo sucede con los personajes públicos: políticos, actores, «famosos» y cualquier otro personaje de la esfera pública.

Estar centrados en el YO es requisito necesario para una buena gestión de la imagen personal, sin duda. De hecho es el punto de partida. Pero lo que hace a Kate Middleton sobresalir como personaje público es precisamente que es capaz de dejar constantemente ese YO en segundo plano.

Middleton llega mucho más lejos, escribe entre líneas cuando se viste, se peina, o se pone determinadas joyas o deja de llevarlas. Lo que hace es emplear su imagen para TENDER PUENTES. Puentes de entendimiento con el otro. Y ha hecho de esa habilidad para tender puentes su marca personal, al menos como yo lo veo.

Ponemos 2 ejemplos muy claros, de 2 viajes oficiales. Y es que es en los viajes oficiales donde despliega el empleo de su apariencia como herramienta diplomática total para tender puentes.

VIAJE OFICIAL A BHUTÁN (abril 2016)

Análisis:

  • baja del avión vestida de amarillo, el color nacional
  • visitas con vestimenta de estilo local (el vestido lila estaba hecha por artesanos locales)

VIAJE OFICIAL A CANADÁ (octubre 2016)

Análisis:

• izquierda: baja del avión con tocado con varias hojas de arce, emblema nacional de Canadá; broche de la Reina Isabel también en forma de hoja de arce

• centro: de noche, vestido rojo, misma tonalidad exacta que la bandera canadiense + broche hoja de arce

• derecha: combina en su indumentaria los colores de la bandera canadiense: rojo, blanco, rojo. Además, hojas de arce en el tocado + broche hoja de arce

Un claro ejemplo de que lo que abunda no daña.

VIAJE OFICIAL A PAKISTÁN (octubre 2019)

¿Qué hace en realidad Kate Middleton, al escoger tal apariencia cada vez?

  • No da lugar a dudas sobre el interés de Inglaterra en esa visita; por el país, por sus gentes, tradiciones, historia, idiosincrasia…
  • Refuerza abiertamente los lazos que en su día hubo entre países como Bhután y Pakistán, miembros en su día del Raj Británico
  • En el caso de Canadá, miembro de la Commonwealth, acerca la figura de la jefatura de estado (la Reina Isabel) a través de un constante y abierto uso de emblemas nacionales
  • Agasaja abiertamente al anfitrión, viene a decirle: «qué importante es vuestro pueblo para nosotros, cómo me gusta estar aquí». ¿Quién no está dispuesto a firmar buenos acuerdos con tal embajadora?

En términos generales, le otorga a su imagen personal profesional un destacado valor institucional, con el objetivo de tender puentes, que no den lugar al equívoco o al malentendido. Complementa a través de su apariencia su labor representativa del Estado y sus misiones diplomáticas. Lleva a cabo alta diplomacia, sin necesidad siquiera de emplear el lenguaje verbal, una herramienta tan sofisticada como, a veces, comprometida. Y es que, como dice el proverbio árabe: «El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios». Con un buen empleo de la apariencia queriendo tender puentes, hablamos lenguaje no verbal, de fácil entendimiento para todo receptor.

¿Por qué digo que deja de lado su «yo»? Porque prescinde de entrar en los cánones sociales que empujan a la mujer a marcar curvas, exponer más piel, seguir las tendencias en vestimenta y peinados… Todo esto queda en un segundo plano, y opta por una imagen 100% institucional y de representación del Estado. Por supuesto tiene buena percha y también deja traslucir su estilo, pero lo que guía su imagen es los mensajes que quiere comunicar al llevar a cabo sus tareas diplomáticas. Es menos Kate, y mucha Inglaterra.

Y aunque a veces sí se comentan los guiños que hace a Lady Di, eso son puentes que lanza al pueblo inglés. Los que me interesan a mí son los que lanza cuando va en misión diplomática, ¡que más que puentes son acueductos!

¿Y nosotros? ¡Por supuesto, podemos también tender puentes con nuestra imagen! Lo veremos en el próximo post, con un ejemplo fuera del mundo «personajes públicos» que seguro os gustará. Lo importante: nunca es tarde para empezar a tomar las riendas de nuestra apariencia, sabiendo que como elemento no verbal, comunica de forma inmediata e influye en la conducta del otro.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

Bolsonaro y Trump, sintonía a primera vista

El encuentro de Bolsonaro y Trump ayer en Washington puede resumirse así: sintonía absoluta. Tanta, que cuesta creer que su lenguaje no verbal fuese realmente espontáneo.

Cuando dos personas están interactuando y tienen interés la una en la otra, se entienden, conectan… esa conexión se puede observar también en su comunicación no verbal: las posturas que adoptan son similares, el paso al andar, los gestos… Se llama sincronía y sucede porque de forma inconsciente ambas personas se imitan el lenguaje no verbal. Por eso, a veces podemos notar desde lejos, en el trabajo o en el bar, cómo dos personas se están entendiendo, aun sin saber de qué están hablando. Son como un espejo.

Esta semana ha estado el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de visita oficial en EE.UU. Tanto Bolsonaro como Trump coinciden en parte del ideario y están colaborando en la cuestión Venezolana. Tras su reunión, ofrecieron una rueda de prensa en la que quedó patente la buena relación y sintonía que había habido entre ambos.

Los elementos no verbales que muestran su sintonía suceden al final de la rueda de prensa (abajo os dejo enlace al vídeo):

1. AURICULAR. Al dar por acabada la ronda de preguntas, se quitan a la vez el auricular de la interpretación. Inician el movimiento de la mano desde el atril hasta la oreja en el mismo segundo, décima y centésima.

Comunicacion no verbal Bolsonaro Trump

2. SALUDO SIMULTÁNEO. Tras quitarse el auricular y darse un apretón de manos, saludan a la vez antes de irse. Mismo gesto, misma mano, mismo tiempo exacto.

Trump Bolsonaro lenguaje no verbal

3. SE GIRAN A LA VEZ. Al darse la vuelta para irse, inician el giro a la vez y hacia el mismo lado. He de decir que aquí una empieza a pensar si lo habrán ensayado antes.

Trump Bolsonaro sincronia

Aunque con estos elementos sí vemos una gran sintonía, también hay otros que nos pueden hacer pensar que quien tiene más la sartén por el mango es Bolsonaro.

Admiración y reverencia de Trump. Por un lado, Trump manifiesta admirar al presidente brasileño, y esa admiración tiene su correspondencia en su lenguaje no verbal: al darle el turno de palabra a Bolsonaro, le hace una reverencia con la cabeza (respeto), y ese cambio en la postura se mantiene durante ese primer apretón de manos. Trump no yergue la espalda hasta haberle soltado la mano. Sé que es difícil de ver (parece que solo incline la cabeza, pero la espalda se queda ligeramente encorvada un rato), pero en el lenguaje no verbal puede tener estas sutilezas, que son precisamente en las que vale la pena fijarse por las implicaciones que luego supone.

Palma hacia arriba. Se dan la mano 3 veces. En 2, Trump tiende la mano con la palma hacia arriba, tradicionalmente considerado el estilo sumiso (por contraposición al cooperador y el dominante). Si sumiso os parece una palabra fuerte, se le puede llamar también «con ganas de ponerlo fácil».

Bien juntos. Trump y sus apretones de mano son ya un clásico, a veces fuente descarada de tensión para sus interlocutores. Este apretón final no defrauda: Bolsonaro, pasados unos segundos, intenta zafarse pero no hay forma: retira el brazo y Trump no solo no le suelta la mano sino que da un paso hacia él y lo mantiene sujeto un par de segundos más, mientras gasta una broma con la prensa. Sin duda parece querer estrechar lazos con el presidente brasileño.

Bolsonaro Trump apreton

Indicar y ceder el paso. Finalmente, comentar que si bien Trump ha ejercido de anfitrión y director orquesta en general (al marcar los turnos de habla, al iniciar los 3 apretones de manos, etc.), Bolsonaro no pierde ocasión de transmitir poder y dominar: al irse, se queda atrás y es él quien dirige a Trump, primero poniéndole el brazo en la espalda para guiarle, y después cediéndole el paso en la puerta y quedándose él el último.

De hecho Bolsonaro recuerda mucho en su postura y en su manera de andar a Vladimir Putin: ligero balanceo al caminar, postura expansiva con los brazos ligeramente separados del tronco. Según los estudios, este tipo de posturas se deben a un nivel más alto de testosterona, lo que lleva por un lado a asumir riesgo con mayor facilidad, y por otro comunican poder a los demás, que se prestan a ser liderados.

Bolsonaro lidera

¿Qué puede suponer este lenguaje no verbal? Esa sintonía general, y ese discreto dominio de Bolsonaro pueden, con probabilidad, trasladarse del mismo modo a la mesa de negociación a la hora de sellar acuerdos para su alianza.

Un cordial saludo,

Ana

Y aquí el enlace del vídeo. Id al minuto 30’25» para ver la parte de mayor sintonía, que parece coreografiada:

Cruce de brazos en comunicación no verbal. El ejemplo de un Trump amenazado

Donald Trump nos lo va a poner fácil hoy. Viéndole el otro día en su declaración sobre el registro por parte del FBI del despacho de uno de sus abogados, pensé enseguida que era el caso perfecto para tratar un aspecto que siempre sale en mis charlas o talleres: el cruce de brazos. Y es que al cruce de brazos le rodean muchos tópicos, y hoy vamos a ver lo más básico de este gesto que se convierte en postura.

Uno de los consejos más manidos a la hora de encarar una entrevista de trabajo según suelo leer es «no cruces los brazos» ya que se considera como que estás cerrado a lo que te dicen. Esto es cierto y no es cierto. Es decir, como siempre, ¡depende! En comportamiento no verbal hay que ser cauto con las verdades absolutas: aisladamente, no todo tiene una sola explicación siempre.

El cruce de brazos puede darse por múltiples factores: frío, comodidad, alguien esconde una manicura mal cuidada o algo que se lleve en la mano… Y sí, también puede significar una postura de cierre ante lo que sucede a tu alrededor. Ante una situación de amenaza, aunque sea pequeña, inconscientemente protegemos con los brazos lo más valioso en nuestro cuerpo: los órganos vitales. No se trata de una amenaza con un arma, sino una situación que vaya contra nuestros objetivos, intereses, nos ponga al descubierto…

Cuando afrontamos una negociación o incluso una conversación en la que no se ponga nada especial en juego, el hecho de fijarnos en el lenguaje no verbal del otro va a ayudarnos a percibir información más allá de las palabras. De eso trata el análisis del comportamiento no verbal.

En el momento de la verdad, en la negociación o en la conversación en cuestión no será fácil percibir las señales no verbales del otro, sobre todo porque muchas veces los movimientos suceden rápido, quizá se intenten ocultar y sobre todo porque se dan a la vez que se emite el mensaje verbal: y hacer dos cosas a la vez (estar atento al mensaje verbal y al no verbal) puede ser muy difícil. Pero siempre será más útil intentar estar atentos a la comunicación no verbal del otro que simplemente conformarnos con escuchar el mensaje verbal y considerarlo la única fuente de información posible.

De todo, es importante es estar atento a CUÁNDO se dan las señales no verbales. ¿En qué momento se cruza de brazos el otro? ¿Qué está diciendo él mismo o qué dicen los demás?

Trump nos va servir esta vez para practicar el estar atentos a las posturas, en concreto al cruce de brazos que supone un cierre. Os recomiendo ver el vídeo completo (os lo pongo abajo), pero si no, aquí tenemos lo más importante:

Todos tenemos en mente cómo suele hablar Trump cuando está relajado, o eufórico, o enfadado: lo que más destaca es que es una especie de cowboy neoyorkino, derrocha testosterona cuando habla y eso lo vemos en la seguridad que muestra en sus intervenciones, tanto en sus posturas, como en su gesticulación natural, contundente y amplia (agresiva, también), la modulación espontánea de la voz… Su discurso verbal también parece salido de las películas de vaqueros, ya que se suele reducir a que hay muchos malos haciendo cosas malas, y él es el que pone orden.

Trump suele estar seguro de lo que dice, no es un discurso impostado. En sus apariciones públicas apenas vemos trazas de nerviosismo o tensión. Sin embargo, en su mensaje a los medios a raíz del registro por parte del FBI del despacho de uno de sus abogados, Michael Cohen, pudimos ver a un Trump muy diferente.

Repasamos como siempre el contexto: parece ser que Trump tuvo relación con dos mujeres a quienes, a través de Michael Cohen, habrían ofrecido acuerdos de confidencialidad pagando unos 130.000 dólares antes de la campaña de Trump. Un juez está investigando qué delitos hay en esos pagos, procedencia del dinero, si los contratos eran lícitos, si se considera que entra dentro del dinero empleado en su campaña pues sería lavado de imagen, etc. En estos términos, se ordenó por sorpresa el registro del despacho de Cohen.

Analizamos:

• nos encontramos con un Trump tremendamente tenso, que en vez de hacer múltiples gestos como siempre pasa mucho rato con una mano encima de la otra muñeca, en una postura en apariencia relajada, pero en realidad se trata de una postura de gran control. Si nos fijamos bien, vemos cómo su mano derecha va apretando su muñeca izquierda, descargando así la tensión:

Trump se caracteriza por tener una gesticulación constante y espontánea, al no leer muchos discursos.
Trump se caracteriza por tener una gesticulación constante y espontánea, al no leer muchos discursos.
Esta vez podemos ver la tensión en que se mantuvo gran parte del tiempo así cogido, más pendiente de su actividad cognitiva buscando las palabras.
Esta vez podemos ver la tensión en que se mantuvo gran parte del tiempo así cogido, más pendiente de su actividad cognitiva buscando las palabras.

• ¿qué está diciendo verbalmente Trump en este mensaje para los medios y la nación? Su mensaje verbal es que la orden de registrar el despacho de su abogado Cohen se debe a la caza de brujas a la que está sometido él (Trump) desde que se presentó como candidato republicano y que eso es un ataque al país también. Analizando su lenguaje no verbal, vemos que él está convencido de que se trata realmente de una caza de brujas. (Hay otras cuestiones que no resultan creíbles, pero eso lo veremos otro día).

• entonces, ¿por qué hace algunos cruces de brazos, si tan seguro está de lo que dice? En gran parte de los 4,5 minutos que dura la declaración, Trump permanece o con las manos cogidas o bien con los brazos cruzados. Hasta 3 veces se cruza de brazos. No solo tenemos que pensar «ah, estaba incómodo al emitir ese mensaje porque está con los brazos cruzados«. Eso sería una interpretación correcta pero superficial; ¿adónde nos conduce? Si analizamos el CUÁNDO, podemos poner en relación que Trump se cruza de brazos cada vez que habla de las personas encargadas de llevar a cabo la investigación (jueces, fiscales, y quienes él cree que están detrás) y siente la necesidad de protegerse cruzando los brazos;

• fijaos además cómo se da este cruce de brazos, en concreto, cómo están las manos. En Trump, no vemos las manos sino que las guarda cerradas sujetando el torso, lo que nos da idea de que la necesidad de protegerse es intensa y descartamos otros posibles significados;

Cruce brazos 1 Trump

• Con esta información, ¿qué cabos podemos atar, qué hipótesis podemos hacer? Realmente, a pesar del mensaje contundente de que él cree que es víctima de una caza de brujas y que rechaza totalmente ya que lo considera un proceder erróneo, por otro lado se siente amenazado ante los resultados de la investigación. No son mensajes opuestos sino complementarios en este caso.

Y lo que a mí me interesa a la hora de escribir esta entrada: nosotros también podemos estar atentos a este tipo de comportamientos no verbales en los otros, y hacer deducciones (con precaución, ¡siempre!). Eso nos va a ayudar en el momento a modular la negociación, saber esperar, presentar otros argumentos, o presentar los mismos pero desde otro punto de vista, o incluso emplazar la negociación a otro día si es necesario.

Podemos ver un cruce de brazos en las otras personas, pero hay que intentar percatarse del momento en el que eso sucede. En el mundo profesional veremos grandes resultados al aplicar un poco de análisis. Pero también en el personal, ¡tan importante en el día a día!

Trump es transparente en su lenguaje no verbal tanto cuando se siente inseguro como cuando no. Es poco probable que delante tengamos un interlocutor tan espontáneo en este sentido, pero siempre será mejor si estamos atentos al lenguaje no verbal que si pasamos por las negociaciones simplemente fijándonos en las palabras.

Espero que haya resultado interesante. Cualquier duda o ejemplos que queráis poner, ya sabéis que son bienvenidos.

Os dejo con el vídeo en cuestión:

Un cordial saludo como siempre,

Ana