Emoción Básica vs Emoción Construida

La Teoría de la Emoción Construida, de Lisa Feldman Barrett, niega muchos de los postulados más aceptados hasta la fecha en teoría de las emociones, y propone un apasionante y controvertido enfoque donde el cerebro es protagonista.

Una parte del estudio y aplicación de la comunicación no verbal se ha centrado en las últimas décadas en enfatizar el papel que desempeñan las emociones en nuestra expresión no verbal, especialmente en la expresión facial. La gran mayoría de los profesionales (sino todos) al inicio hemos bebido de las mismas fuentes, desde Darwin y Allport, hasta Ekman, Friesen, Tomkins y Matsumoto, que catalizan en la Teoría Básica de la Emoción (BET por su sigla en inglés).

Heredando planteamientos esencialistas griegos y la dicotomía pasión-razón, parte del enfoque evolucionsita de Darwin y el universalismo de Descartes, esta teoría, con sus diversos remiendos para ir sorteando los desafíos teóricos, está muy presente en la educación emocional, lo que se aplica en coaching, en los análisis en la televisión, las entrevistas policiales, y hasta en el cine…

EN RESUMEN, LOS POSTULADOS DE LA BET SON:

• Existe un grupo reducido de emociones discretas, universales, que el ser humano hereda genéticamente. Estas emociones son las primeras en aparecer y tienen un patrón cerebral, fisiológico específico igual en todos los seres humanos, así como un patrón expresivo facial prototípico.

• En tiempos pasados nos ayudaron a superar las adversidades de la supervivencia, y nos permitieron sobrevivir en un medio hostil así como comunicar nuestros estados internos.

• Las expresiones faciales prototípicas asociadas a cada emoción básica se pueden ver especialmente cuando la activación es muy alta o bien si estamos a solas, pues cuando estamos en compañía de otros modularíamos nuestra expresividad facial emocional en base a normas culturales, llamadas display rules.

• Las emociones básicas son: miedo, ira, alegría, tristeza, asco, sorpresa y desprecio, aunque varían según los autores.

TEORÍA DE LA EMOCIÓN CONSTRUIDA

Lisa Feldman Barrett, neurocientífica canadiense, plantea en su libro How Emotions Are Made un enfoque completamente diferente, a la luz de sus propios estudios basados en un enfoque neurocientífico. Por un lado, cuestiona con dureza los postulados de la Teoría Básica de la Emoción, incluyendo las teorías de appraisal y sus fuentes previas (lo que ella llama «visión clásica de la emoción»). Por otro lado, ofrece planteamientos sobre la emoción desde el enfoque neurocientífico. Lisa partía al inicio de su carrera de la visión clásica y cuando llevaba a cabo diversos estudios comprobó para su sorpresa que no podía ratificar muchos de los dogmas de las emociones básicas y su expresión facial. Ahora lidera el Interdisciplinary Affective Science Laboratory y ha creado la revista Emotion Review, junto a la International Society for Research on Emotion (ISRE).

El libro How Emotions Are Made presenta una controvertida teoría sobre cómo se crean las emociones, dando por mitos los pilares de la teoría de la emoción básica.
Este libro de Feldman Barrett cuestiona cada parte de la TEB, tildando de mito muchos de sus postulados. Es controvertida a la par que apasionante y en cada capítulo aborda una pieza del puzle que suponen las emociones.

En este artículo os planteo una comparativa entre el enfoque clásico de emoción y la Teoría de la Emoción Construida (TCE en inglés), esperando que sea útil y nos permita ampliar nuestras miras como profesionales así como abrir diálogo. Lo hago en modo comparativa porque la BET y sus evoluciones es el punto de partida y marco general de aplicación profesional mayoritario.

Para simplificar, pongo aspectos clave de la visión clásica, y cómo los abordan ambos enfoques (desde mi entendimiento):

PAPEL DE LA EVOLUCIÓN

BET. Las emociones están ligadas a la evolución y la herencia genética. Son respuestas automáticas de nuestro cuerpo, para poder enfrentarnos a situaciones del entorno y sobrevivir.

TEC. Las emociones se transmiten de una generación a otra gracias a que nuestros genes permiten que cada generación cablee los cerebros de la siguiente generación, por medio de los conceptos, aspectos morales, valores… que cada cultura desarrolla y que se van heredando. Nuestro cerebro predice qué gasto de energía va a necesitar ante cada situación.

CATEGORÍAS DE EMOCIÓN

BET. Categorías de emoción: ira, miedo… estáticas y cerradas.

TEC. Al contrastar las categorías de emoción con el método científico, encontró que las emociones prototípicas que son las más infrecuentes en la vida real. Hay enorme variedad en cada emoción (dentro de la ira, tristeza…), por lo que as emociones serían conceptos flexibles, en los que cada emoción no es una categoría en sí misma sino un ejemplo de esa emoción. Alguien feliz 1, alguien feliz 2 y alguien feliz 3 crearían la categoría de felicidad.

ESTÍMULOS DESENCADENANTES

BET. Cada una de las emociones básicas cuenta con una lista cerrada de elementos que la desencadenan (estímulos). Estos estímulos serían comunes para todos los seres humanos. Por ejemplo, en la ira: situaciones injustas, ataques a la integridad física o moral propia o de otro, la inmovilización, impedimentos a conseguir un objetivo, entre otros.

TEC. El cerebro que actúa por estímulo-respuesta es un mito. El hace predicciones de cómo debe responder ante cada situación para gestionar de la forma más eficiente los recursos cerebrales que necesitaremos. Amplía su repertorio predictivo para incluir todo aquello que pueda impactar nuestro presupuesto cerebral (brain budget), de modo que se cubran las demandas metabólicas del cuerpo. La actividad cerebral consiste en predicción y corrección. Somos arquitectos de nuestra propia experiencia emocional.

ESPECIALIZACIÓN CEREBRAL

BET. Los seres humanos contamos con unas estructuras cerebrales especializadas en la emoción (amígdala, hipotálamo, tálamo…), heredado supuestamente de los primeros mamíferos. Envolviendo este «cerebro emocional» estaría el córtex, encargado del pensamiento racional.

TEC. Todas las divisiones del cerebro están presentes en todos los vertebrados. El cerebro se fue desarrollando de la siguiente manera: se reorganizó a medida que se fue expandiendo para mantener la eficiencia y la agilidad.

No existe ninguna estructura cerebral especializada en las emociones, sino que son redes neuronales que sirven también para otras tareas (eficiencia cerebral) y para cada ejemplo de emoción se dan unas redes diferentes (degeneracy, un concepto clave de cómo se construyen las emociones).
Los estudios llevados a cabo con resonancia magnética no mostraban activación consistente y exclusiva en ninguna estructura, ni siquiera en la amígdala.

APARICIÓN SEGÚN LA EDAD

BET. Nuestro cerebro está cableado para desde el nacimiento desarrollar las emociones las básicas. Durante los 3 primeros meses de vida los procesos madurativos y de aprendizaje ya permiten la aparición de las emociones primarias, a partir de las cuales se irán desarrollando un mapa emocional más complejo según va tomando conciencia de su individualidad y las normas del entorno.

TEC. Las emociones se construyen mediante predicciones (sobre cuántos recursos tendré que emplear, lo que denomina brain budget), y predecimos solo con los conceptos que poseemos.

Los bebés sienten placer/diplacer desde que nacen. A los 3-4 meses adquieren conceptos relacionados con el afecto, placentero/displacentero. Los conceptos adultos de emociones se desarrollan más tarde (cuánto más tarde es una cuestión aún abierta), durante toda la edad adulta y se aprenden también de otras lenguas y culturas.

El cerebro de los bebés no predice bien porque le faltan la mayoría de los conceptos que tenemos como adultos. Por otro lado, hay adultos con mayor riqueza emocional y personas pobres en emociones (en experimentarlas y reconocerlas) ya que cada persona adquiere y desarrolla un potencial emocional basado en conceptos, el lenguaje, en su riqueza experiencial, social y cultural. La conceptualización por medio del lenguaje verbal es un elemento clave en esta teoría. Sin lenguaje verbal, no habría emociones. La dimensión emocional de cada individuo la llama granularity, y uno puede tener granularity alta o baja.

PATRONES IDENTIFICABLES PARA CADA EMOCIÓN

BET. Cada emoción básica tiene un patrón neurológico, fisiológico y conductual específico que permite distinguir una de otra (y que responden a cuestiones adaptativas al entorno). Las emociones vendrían prefabricadas en el sistema nervioso.

TEC. El sistema nervioso está cableado para la interocepción (afectos) y hacer predicciones, pero si no se tienen los conceptos de, por ejemplo, miedo, tristeza o schadenfraude para crear una categoría, no se da la emoción, sino solo una serie de señales sensoriales.

Niega cualquier patrón (lo que Feldman Barrett llama fingerprints of emotion). Las emociones son acuerdos/constructos sociales, que afectan al cableado cerebral y las respuestas fisiológicas. La respuesta en el cerebro y en el cuerpo se caracteriza por la variación. Los diferentes conceptos, cultura y experiencia es lo que cablea el cerebro (construcción social, cultural y neurológica).

EXPRESIONES FACIALES (y corporales)

BET. Existe una expresión facial prototípica para cada emoción básica: los músculos faciales realizan movimientos concretos en cada emoción, creando una configuración discreta. Un observador puede distinguir las expresiones faciales de ira, alegría, sorpresa, asco, desprecio y miedo, y reconocer esas emociones básicas en la persona a la que observa.

La expresión facial sería la señal de que alguien está sintiendo una emoción específica, por unos desencadenantes específicos.

TEC. En expresión emocional, la variación es la norma. A veces se expresa la alegría de una menera, a veces de otra. No existen expresiones faciales prototípicas que podamos asociar a cada emoción, sino que la expresión completa es en realidad una construcción/suma de varios elementos vistos con el paso del tiempo (por ej., en la tristeza: un día unas cejas elevadas, otra ocasión unas comisuras que descienden, etc.). Existen solo en la visión clásica y en las películas, y de ahí han pasado al colectivo occidental.

UNIVERSALIDAD DE EMOCIONES & EXPRESIONES FACIALES

BET. Estas expresiones faciales de emoción son universales: todas las personas del mundo, al margen de su cultura, harán estas expresiones faciales prototípicas al sentir alguna de las emociones básicas.

TEC. Niega la universalidad de las emociones y de las expresiones faciales. Las emociones y su expresividad dependen de los conceptos enseñados por la familia/cuidadores, la cultura en la que uno vive, así como de una mayor o menor riqueza lingüística, experiencial e intercultural en la que nos desarrollamos. Aparecen porque hacemos predicciones en base a lo anterior.

ESTUDIOS DE UNIVERSALIDAD

Con los estudios de universalidad, los teóricos de la emoción básica demostraron que todas las personas tenemos las mismas emociones y expresiones. ¿Usaron un método incorrecto?
Paul Ekman en Papúa Nueva Guinea, un lugar que no estaría influenciado por la cultura occidental y donde también se hicieron pruebas sobre la validez de la universalidad. Pruebas cuyo método cuestiona Feldman Barrett.

BET. Los estudios de universalidad son más de un centenar de estudios científicos que se han hecho a lo largo de las últimas décadas para contrastar que las expresiones faciales de emociones básicas están presentes en todos los seres humanos al margen de su cultura, origen geográfico, sexo, etc. Ante los mismos estímulos, se sienten las mismas emociones, y se expresan y reconocen facialmente de la misma manera.

Se probó hasta en lugares donde supuestamente no había contacto con la civilización occidental, como las pruebas de Papúa Nueva Guinea que hicieron famoso a Ekman.

La importancia de los resultados, consistentes, es que garantizaban la aplicación de los conocimientos sobre emociones y expresión facial en ámbitos como la seguridad nacional, y a partir de ahí, en otros ámbitos.

TEC. Según la autora, los estudios estarían mal hechos pues en cada estudio de universalidad están presentes los conceptos de emoción expresados verbalmente y según la cultura occidental, y esa consistencia en la intermediación de esos conceptos es lo que da como resultado la universalidad.
Cuando en su laboratorio de investigación replicaron algunos estudios de universalidad sin los conceptos de emoción, no obtuvieron los mismos resultados.
Por ejemplo, cuando se pidió a miembros de la tribu himba (África) que describieran libremente las fotos con expresiones faciales prototípicas, no lo hicieron mediante conceptos verbales emocionales sino según los comportamientos que veían, por ej: «están mirando».
La autora se plantea: «¿Y si las emociones universales no son en absoluto un hecho, sino la prueba de algo diferente? Por ejemplo, de nuestra habilidad para usar conceptos para afinar la percepción. «

Los conceptos de emoción son un elemento crítico para poder sentir y percibir emociones.

APLICACIÓN PROFESIONAL (especialmente ámbito policial & judicial)

BET. Al ser emociones universales asociadas a expresiones faciales discretas y también universales, los observadores adiestrados pueden reconocer las emociones que se sienten, e inferir los estímulos presentes. Esto tiene utilidad en ámbitos como la policía, interrogatorios, juicios, educación infantil, relación médico paciente, psicoterapia…

TEC. Dedica capítulos enteros a advertir de los peligros de la aplicación de la BET o versiones extendidas en los diversos campos profesionales y señala las graves consecuencias que puede tener. Por ejemplo, durante un juicio con jurado, la expectativa de cómo debería expresar un reo culpa puede influir en que el jurado lo declare culpable o inocente, o que el juez rebaje la condena, sin ser real puesto que la variedad es la norma. O si un hombre actuó violentamente contra su mujer por celos, se considera un mitigante de la pena.

Se muestra muy crítica los millones de dólares invertidos en la seguridad nacional de EE.UU. con las premisas de la BET y los nulos resultados, así como también advierte de los programas de IA basados en la visión clásica, la educación emocional que se imparte en las escuelas, etc.

INFLUENCIA DE LA CULTURA

BET. La cultura y lo social tienen un peso en la expresión: modulamos la expresión facial prototípica de las emociones según las normas de cada cultura, que nos orientan sobre cuándo y cómo expresar emociones. Son las llamadas display rules. Cuando estamos solos, en cambio, operarían las solitary rules, y mostraríamos la expresión facial completa.

TEC. Al negar las expresiones prototípicas, y sugerir que cada vez sentimos una emoción de una forma diferente y la expresamos de una forma diferente, no existiría esta división entre qué es «innato» traído de serie y qué es modulado por normas sociales.

La cultura desempeña un papel importante en esta teoría, no tanto en la expresión sino sobre todo en la conceptualización. Hay culturas que no tienen alguna de las emociones básicas (por ejemplo una tribu nativa del polo norte carece de tristeza) porque la conceptualizan de otra manera. Y hay culturas que cuentan con cantidad de emociones diferentes. La cultura no tendría un papel modulador sino conceptualizador.

DICOTOMÍA RAZÓN EMOCIÓN

BET. Los circuitos cerebrales racionales (corticales) y circuitos emocionales (subcorticales) están en constante diálogo, de modo que el pensamiento racional, consciente, puede modular las emociones, más inconscientes. Según el contexto y la activación, se puede actuar bajo los efectos de las emociones («las emociones nos poseen»). Ante un puñetazo que diéramos al estar enfadados, la visión clásica echaría parte de la culpa al circuito de la ira.

TEC. Devuelve la responsabilidad última del comportamiento a la persona. Somos responsables de nuestros actos, incluso en situaciones límite. Muy crítica con la emoción esperada, sobre todo por las consecuencias que estas expectativas pueden tener en el ámbito policial, judicial, médico… Esta teoría extiende la noción de responsabilidad más allá del momento del daño. Nuestro cerebro es predictivo, no reactivo.

MARCADOR SOMÁTICO de DAMASIO

BET. El factor emocional que entra en juego a la hora de tomar decisiones. No existiría la decisión puramente racional pues siempre aparece en nuestro pensamiento racional la perspectiva y consecuencias emocionales en base a nuestra experiencia. Por eso hay personas que, tras un un accidente o afectación en la zona orbitofrontal, tienen dañadas de forma irreversible las conexiones entre ambos «sistemas», haciéndoles tomar decisiones socialmente erróneas y autodestructivas, como no priorizar tareas, comportamientos deshinibidos inaceptables socialmente, etc. El poder prever las consecuencias emocionales de nuestros actos sería una guía, que se da gracias al diálogo constante entre ambas estructuras cerebrales.

TEC. Cada pensamiento, recuerdo, emoción o percepción que construimos en nuestra vida incluye algo sobre el estado de nuestro cuerpo. La red interoceptiva (afectiva) que regula el presupuesto corporal (body budget) desencadena una cascada de posibles reacciones emocionales en cada situación, en base a la experiencia previa.

RESUMEN, EN TERMINOLOGÍA

Los planteamientos suponen un cambio en la terminología de un enfoque y otro.

PARA FINALIZAR

Se trata de un planteamiento radicalmente diferente al enfoque evolutivo, heredado, universal. Las diferencias surgen desde la propia concepción de emoción y cómo surgen las respuestas ante las situaciones a las que hacemos frente diariamente. Y se extienden a la expresividad emocional y las aplicaciones en la vida diaria, tanto en el desarrollo personal como en la práctica profesional y social.

En el libro la autora explica de manera didáctica con ejemplos del día a día, estudios hechos por su laboratorio y experiencias con otras culturas alrededor del mundo, cada punto de la Teoría de la Emoción Construida, teniendo como telón de fondo la neurociencia. A la vez, critica con vehemencia la predominancia de la visión clásica.

¿Qué echo de menos? Referencia a otras teorías, como la Visión Ecológica del Comportamiento, en la que no se da un significado emocional a las expresiones faciales sino que estas toman sentido en la interacción, y que también plantea la posibilidad de que cada cultura conceptualice de forma diferente las emociones.

También, me ha sorprendido que se afirme que el lenguaje verbal estaría en la génesis de las emociones, y sin él una persona no tiene conceptos de emoción ni la propia emoción.

Lo que me ha parecido más sugerente es el atrevimiento a presentar algo totalmente diferente, que hace cuestionarnos lo que dábamos por válido durante tanto tiempo, y sin duda abre la caja de Pandora a otras perspectivas que no se pueden ignorar, al menos como profesionales.

Sin duda son planteamientos controvertidos y atrevidos, que invitan a la reflexión y a la transición hacia nuevos enfoques.

Marketing emocional. Renfe se sube al tren

Renfe-marketing-emocional

Quiero ayudaros a desterrar la idea de que dejarse llevar por las emociones es de débiles. Aunque filosófica y socialmente se ha priorizado siempre la razón sobre la emoción, la una no puede vivir sin la otra. En mis formaciones, empiezo siempre destacando desde un enfoque científico y práctico el vital papel de la emoción en la vida diaria. Para no andarnos con rodeos: por ejemplo, una de las razones de la existencia de las mentiras piadosas es la empatía y la compasión. A quién no le han preguntado algo similar a «¿me ha salido bien la paella?»; decidir responder que sí cuando sabemos que no, es ser inteligente emocionalmente, y dejar de un lado el análisis puramente racional que analiza las razones que nos hacen concluir que sería mejor haber sugerido tomar una sencilla tortillita con tomate.

Otro ejemplo de cómo las emociones juegan un papel muy relevante en el día a día, es en la publicidad. Un buen equipo de márketing debe saberlo. Como ejemplo de acierto, y es la razón de este post: fijémonos en esta estrategia publicitaria de RENFE, ante la llegada de su competidora OUIGO.

Renfe podría haberse decantado por las cifras (lenguaje racional): estadísticas de sus trenes puntuales, número de pasajeros, número de trayectos… y un largo etcétera. Sin embargo, han optado por la versión pasional, en la que en teoría se dirigen a la competencia, diciéndoles que están preparados para un «juego de trenes» (por Juego de Tronos, paisaje nevado incluido), es decir, una lucha. Donde ya se dan por ganadores. Y sin embargo el destinatario final es por supuesto sus usuarios habituales.

Una campaña arriesgada llena de emociones, juegos de palabras, dominancia, orgullo… Pura comunicación no verbal. Diría que lo único destacable de sus cientos de Twits, llenos de ministros y mensajes más bien institucionales.

¿Qué llama más la atención del consumidor? ¿Qué tiene más impacto?

Con un modelo de márketing con mayor contenido racionel consumidor obtiene información. Con el márkteing emocional, el consumidor SIENTE, palpita.

Esta publicidad de Renfe es arriesgada porque transmite desafío, valentía, tensión, lucha, ganadores y vencidos. Pero sobre todos al consumidor le sorprende ya que no estamos acostumbrados a que las marcas dirijan mensajes a su competencia, y le comunica una indudable imagen de poder y seguridad. (Aunque he de admitir que últimamente hay 2-3 campañas más que han empleado este recurso, ¿sabéis cuáles son? Mundo del fútbol, para más señas.)

La dificultad está en saber qué factores elicitan ciertas emociones y qué sucede una vez estas aparecen en nuestro organismo ya que eso será la clave para poder prever la respuesta de nuestro público. No todas las emociones son válidas para todos los fines. Por eso cada vez más se le llama neuromarketing.

Por eso, si tienes una marca o eres un profesional independiente, podemos revisar el factor emocional juntos; con la garantía de controlar el signo y la intensidad de las emociones que necesitan tus comunicaciones, así como qué respuesta probable tendrá tu consumidor o cliente potencial.

Estamos hechos para y por las emociones, y uno de mis compromisos como profesional es estar actualizada en la literatura científica sobre este tema, y su relación con la comunicación no verbal.

¡Mientras tanto, abraza las emociones, y espero seguir viéndote por el blog para profundizar en ellas!

Día Mundial de la Gentileza. Pasa tu conducta al plano consciente

Gentileza-actitud

¡Feliz Día Mundial de la Gentileza! (Por ayer 13 de noviembre) La amabilidad, esa actitud tan prosocial y que a nadie molesta.

Casualmente, en mi caso tuve un día de plantarle cara a todo, por llamarlo de alguna manera; es decir, la gentileza podía haber brillado por su presencia un poco más. Analizando, tuve varias reacciones propias de la frustración, que ya sabéis que es una emoción compleja, derivada da la emoción básica ira, y conlleva parte de su repertorio conductual. En mi caso ayer, cierta agresividad en el tono y en la mirada.

Somos constantemente y de forma inconsciente «sujetos pasivos» de nuestras emociones, que siguen siendo absolutamente necesarias para la supervivencia, pero que a veces, si las vivimos en el plano inconsciente, nos pueden dominar con mayor facilidad y descalabrarnos.

Días como el de la Gentileza sirven no solo para ese día ser amables. Es toda una declaración de intenciones; y nos da la opción de pasar al plano consciente nuestra conducta. Nuestra conducta existe. Y se puede explicar por algo. A veces, las emociones. Otras, los estados de ánimo. Otras, las motivaciones. Otras, la personalidad. Otras…

Precisamente una de las formas de hacerse amigos de las emociones es ser conscientes de ellas. Y en el momento de una activación incipiente, ser capaz de reconocer qué me está pasando y, más importante, lo que va a pasar, cómo vamos a reaccionar.

Y racionalizar. Os propongo 2 ejercicios:

a) Operación matemática. Restar de 3 en 3 desde 100 (u operaciones más complejas, si eres de ciencias); si no te fías de su eficacia, prueba con un niño que esté enfadado, ansioso o tenga miedo, y pídele que haga algo similar. ¡Verás el resultado…! (Ni qué decir tiene, que con 3 niños me paso unos cuantos momentos restando de 3 en 3… 🙂

b) Análisis de la respuesta emocional. Poner encima de la mesa todo el proceso: ¿qué situación relevante ha habido para mí? ¿Cómo he evaluado la situación, sin siquiera darme cuenta? ¿Cómo me estoy sintiendo, qué noto? ¿Cuál está siendo mi conducta? Vendría a ser como traducir un texto. Intentar entender qué hay detrás.

Cuando racionalizamos, activamos el córtex, lo hacemos trabajar, y el sistema emocional «se distrae», se desactiva algo, cede protagonismo al racional.

Por eso, días como el Día Mundial de la Gentileza considero que son muy interesantes. Nos invitan a ser conscientes de la actitud, de las conductas, a muy pequeña escala. Algo que todos podemos hacer. No hace falta ser amables todo el rato siempre. Si estamos frustrados, enfadados, desanimados… tenemos el derecho a estarlo y a veces como sabemos «ocurre» y ya está.

Pero como en la vida todo es cuestión de equilibrios… Ser amables es una decisión consciente, y eso puede paliar en situaciones donde nos dominaría la amígdala. Hay mil maneras de ser amable, y seguro que vosotros ya sois lo más. Me encantaría saber qué gestos amables tenéis «de forma consciente» y aprender de ellos.

Desde el punto de vista del lenguaje no verbal, ¿qué elementos amables sencillos podemos decidir aplicar? Una sonrisa (incluso con mascarilla); saludar con más efusividad; emplear un tono de voz alegre; mirar a los ojos;  escuchar con atención; asentir cuando te hablan; un abrazo; tocar el hombro o el antebrazo; incluso combinarlo con un lenguaje verbal similar para mayor potencia… Todas las conductas prosociales que hacen que se favorezcan las relaciones positivas.

Feliz Día Mundial de la Gentileza, que yo PIENSO tener hoy 🙂

Un saludo muy cordial,

Ana

Mejora tu empatía en tiempos de coronavirus

¿Te has planteado si eres una persona empática y si lo eres mucho o poco? Sea cual sea tu respuesta, hoy te traigo un reto: ser capaz de llevar más lejos tus niveles de empatía.

Si algo ha traído el coronavirus a nuestras vidas es cambios tangibles: teletrabajo, ertes, mascarilla, distancias, aforos, restricciones… Y también cambios menos perceptibles pero que afectan a nuestro día a día, como es el caso de la comunicación no verbal (lo comentamos en este post anterior) o las emociones y estados de ánimo.

CONTEXTO ALTAMENTE GENERADOR DE EMOCIONES

De repente tenemos que lidiar con normas nuevas que se nos imponen por primera vez y pueden afectar a nuestras libertades; existe un riesgo de que enfermemos o que algún familiar de riesgo se contagie; nuestros negocios con cierta probabilidad van a verse afectados… Las circunstancias vividas desde marzo, y ahora los rebrotes, nos traen un sinfín de escenarios que pueden generarnos diversas emociones acordes, y según nuestra personalidad y nuestro contexto particular, es posible que nosotros afrontemos una situación concreta de una forma, y el de al lado la viva con el enfoque contrario.

Muy probablemente muchas de nuestras conversaciones ahora sean precisamente intercambio de enfoques: cómo ve uno el trabajo presencial; la vuelta al colegio; la incipiente crisis económica, etc. Ahí puede que nos hayamos encontrado formas de pensar antagónicas a las nuestras. Estos puntos de vista les habrán llevado a algunos amigos a tomar determinadas decisiones que nosotros consideremos sorprendentes, desmedidas o incomprensibles. Y ahí, antes de que empecemos a «considerar» lo de los demás mejor o peor, empieza el reto.

EMOCIONES, LENGUAJE VERBAL & LENGUAJE NO VERBAL

Es difícil que en una conversación expresemos verbalmente, con palabras, cómo nos sentimos en un momento concreto, para luego explicar por qué hemos tomado tal decisión o tal otra. De hecho, es probable que ni siquiera nos hayamos detenido a pensar en cómo nos sentimos, en poner etiqueta a la emoción, como suele decirse; simplemente, hemos reaccionado. Y por eso el otro, a falta de la información de base, juzga el resultado: la decisión, la conducta.

Una de las claves para captar la emoción que siente el otro es el lenguaje no verbal. Saber identificar a través de los gestos, el uso de la voz, las expresiones faciales, los cambios en la conducta… cómo se sienten las otras personas con las que interactuamos. Pero, siendo las emociones de duración breve y de intensidad variable, esta información a través del lenguaje no verbal está disponible unos segundos  y no siempre lo interpretamos junto con los elementos que la han desencadenado. Vemos cosas, caras, gestos… pero no los unimos al momento en que aparecen. Y menos ahora con mascarillas y pantallas de por medio, o teniendo que guardar distancias mayores de las habituales.

Por eso, en este contexto de pandemia, es importante trabajar para desarrollar habilidades comunicativas, y entre ellas destaca la capacidad de empatizar. Porque esta nueva situación es vivida como una amenaza para muchos (y sienten más miedo, angustia, estrés, ansiedad, preocupación…); como un fastidio para otros (y sienten más ira, frustración…), como una pérdida para otros más (más tristeza, melancolía…)… Y esto se refleja en las conversaciones y acciones del día a día. La cosa es: ¿soy capaz de percibir estas emociones en los demás en su contexto? ¿Soy capaz de asimilar que eso que para mí no supone miedo/ira/impotencia, para otro sí? ¿Soy capaz de comprender qué sucede en el otro cuando tiene miedo/ira/frustración…?

¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA LA EMPATÍA?

La empatía es una capacidad que nos permite captar la emoción del otro, comprenderla y experimentarla nosotros. Funciona gracias a neuronas especializadas que reflejan y activan en nuestro propio cerebro lo que percibimos en el otro, la mayor parte de las veces sin que podamos impedirlo. Por eso, por ejemplo, si el padre de una amiga muere lloramos con lágrimas en el funeral, aunque no lo conociéramos: porque percibimos su lenguaje no verbal de tristeza y abatimiento, probablemente lo adoptemos nosotros también, y desencadenamos la respuesta de la misma emoción: vivimos nosotros esa pérdida también, en el plano emocional, cognitivo y fisiológico. La empatía nos permite conectar a otro nivel.

La empatía es un mecanismo para el que los seres humanos (y los mamíferos en general) estamos preparados de serie; somos seres sociales. En el contínuum que es la empatía como capacidad, hay personas que puntúan más que otras por naturaleza. Pero, buenas noticias, se puede trabajar. Si no nos «nace» de forma natural ser empáticos a la primera en una circunstancia dada, uno puede hacer el ejercicio de intentar saber cómo se siente el otro: preguntando, escuchando… y sobre todo, deseando comprender.

En este contexto del coronavirus, os reto (y me incluyo) a abrir nuestra mente y cultivar la voluntad de empatizar y comprender. Porque es una situación nueva, intensa, de especial relevancia en el plano de supervivencia, que nos hace reaccionar a cada cual como podemos. Por eso, cuando estemos ante planteamientos que no compartamos, antes de enzarzarnos en una discusión o en una invalidación del otro, sirve bastante preguntar, escuchar y desear llegar a ese punto de conexión.

Empatizar no significa que te convenzan o tener que acabar admitiendo que el otro tiene razón. Significa ser capaz de comprender cómo se siente el otro, qué lo mueve; por qué toma ciertas decisiones. Cuáles son sus razones; y al final de esas razones puede fácilmente en origen haber una emoción.

VENTAJAS DE SABER EMPATIZAR

¿Por qué es bueno empatizar? ¿Por qué creo que vale la pena hablar de empatía? Porque se logra una conexión considerable con las otras personas. Al comprender (al vivir parcialmente la misma experiencia), dejamos de juzgar. Aunque nos pongamos en los zapatos del otro por unos momentos, la conexión es duradera. Somos capaces de enfocarnos en lo que nos une, no negar los motivos del otro… Entendernos, en definitiva.

Para eso, vale la pena estar atentos al lenguaje no verbal del otro. Estamos diseñados para captar toda esa información no verbal y de gran contenido emocional. Así que… reto lanzado: atrévete a aumentar tu capacidad de empatizar en pleno rebrote de coronavirus y emociones de los demás.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

Lenguaje no verbal después del Covid

lenguaje-no-verbal-mascarilla

¿Cómo nos relacionaremos mientras siga latente y presente el Covid-19 en nuestras ciudades? Llevamos ya 2 meses desde que empezamos en España una situación nunca vivida antes y seguro que la mayoría de nosotros nos hemos «resignado» y adaptado como mejor hemos sabido a las nuevas circunstancias, un cambio que ha afectado a la práctica totalidad de los diversos ámbitos de nuestra vida. Esto en cuanto al presente. ¿Y en el futuro inmediato?

Una bola de cristal no tenemos, ni tampoco sabemos con exactitud qué nuevas normas se aprobarán, pero sí podemos intuir que mientras no se erradique el Covid-19 algunos aspectos de nuestra forma de relacionarnos van a cambiar, y con ellos nuestro uso del lenguaje no verbal y la forma de comunicarnos. Especialmente por el uso de mascarillas y las distancias sanitarias recomendadas.

Estoy segura de que si estuviéramos ahora juntos en una charla o curso, presencial como hasta ahora veníamos haciendo, podríamos poner en común muchos cambios que ya están sucediendo a diario en vuestra comunicación general: reuniones de trabajo, llamadas con amigos… Yo misma, que tengo familia fuera de España, ha sido la primera vez que hemos hecho Zooms con todos; antes lo hacíamos en los cumples solo con el que estaba fuera. Hasta la bisabuela de mis hijos es toda una experta ya en videollamadas con sus biznietos de… 4 a 10 años.

Creo que muchos de estos cambios en la comunicación quedarán integrados, y pronostico que el lenguaje no verbal va a adaptarse también a estos tiempos. Mi pronóstico:

MÁS GESTOS. Los gestos van a ser los protagonistas en la comunicación no verbal. Si vamos a llevar mascarilla a todas partes, y vamos a tener que mantener distancias mayores entre personas, vamos a tener que recurrir a gesticular mucho más para poder apoyar nuestro lenguaje verbal y, en definitiva, hacer el mensaje efectivo. Como cuando vamos a un país del que no hablamos el idioma y recurrimos a manos y brazos con toda normalidad y entusiasmo por tal de hacer entender.

Además, estoy segura de que veremos florecer GESTOS NUEVOS en todos los idiomas. Los gestos que sustituyen a las palabras (gesto de OK, por ejemplo) se llaman «emblemas» y se van creando con el paso del tiempo en las culturas. Imaginaos que tenéis que gesticular que alguien es un caradura: ¿qué gesto harías con las manos? Pues de este tipo de gestos creo que vamos a tener que hacer un glosario bien pronto.

ADIÓS A LA SONRISA. Eso es lo que peor llevo. Lo que me da más tristeza (sí, tristeza ante algo que perdemos…). Las mascarillas tapan esta joya comunicativa que es la sonrisa cordial, que se hace por cortesía y que tiende tantos puentes. Una sonrisa para mostrar que cedemos el paso a alguien, o para agradecer que nos lo han cedido; una sonrisa para saludar por la calle o por la oficina sin mediar palabra… Una sonrisa para mostrar empatía con una madre o padre que está aguantando como puede la pataleta de un niño… ¡Oh, sonrisa! La sonrisa cordial es un elemento muy común y muy útil en la sociedad occidental, y en las culturas mediterráneas, más aún. Carente de emoción pero con mucha intención comunicativa.

Por supuesto, cuando sonreímos «de verdad», no por cortesía sino porque nos sentimos alegres, esa trasciende las mascarillas porque afecta a la musculatura facial superior del rostro: los ojos se empequeñecen y se adivina la sonrisa sentida y la alegría a pesar de la mascarilla. Pero considero que, viendo solamente los ojos, y perdiéndonos la mitad de la expresión facial (la elevación de comisuras labiales y mejillas), vamos a percibirla menos. Especialmente si quien sonríe lleva gafas u otros elementos que se interponen entre los ojos y la otra persona.

El reconocimiento de la mayoría de expresiones faciales emocionales se verá afectado. En comunicación en general, nos apoyamos mucho en la lectura de expresiones faciales: «¿le ha gustado el regalo?», ¿me está mintiendo?», «¿le apetece este plan que acabo de proponer…?», «¿he sido suficientemente persuasor?» A pie de calle al menos, lo tendremos más difícil, pues las expresiones faciales de emociones suelen componerse de movimientos musculares tanto en la parte superior del rostro (ojos y cejas) como en la inferior: boca, barbilla, mejillas…). Leer emociones solo con la mitad del rostro nos costará, pero quizá también nos haga más hábiles con el tiempo, pues escudriñaremos esa parte del rostro y obtendremos claves igualmente. Las emociones básicas serán más reconocibles, pero las complejas… (culpabilidad, frustración, etc.), con toda probabilidad se malinterpretarán.

También me parece interesante que en algún momento dado, podamos guardarnos nuestras emociones para nosotros mismos, si nos conviene, y gracias a la mascarilla queden parcialmente ocultas.

MENOS CONTACTO FÍSICO. O lo que es lo mismo, nos tocaremos menos. En el seno de la familia íntima no bajará el contacto físico, pero sí se reducirá por precaución con personas mayores, en el trabajo, al saludar, en los viajes… Por el tacto se obtiene una enorme información del otro (pensad en el saludo al dar la mano), y nos tendremos que acostumbrar a evaluar otras claves comunicativas para apreciar cómo es y cómo está el otro.

Probablemente será divertido ver aparecer formas de saludarnos nuevas y creativas. Por ahora tenemos el saludo con los codos. ¿Qué otros veremos?

• Por otro lado, como deberemos mantener MÁS DISTANCIA INTERPERSONAL, será menos probable ese contacto físico. Y es probable que una «violación» de esas nuevas distancias lleve aparejada la irrupción en nosotros o en el otro de emociones como el miedo o ansiedad a ser contagiados. Nos tenemos que acostumbrar a ver cómo alguien con el que hablamos de repente da un paso atrás o flexiona la espalda hacia atrás, si nos acercamos; si veis eso, ya sabéis que siente cierto miedo a ser contagiado. Antes podíamos inferir que el desodorante nos había abandonado o habíamos comido algo con aroma indiscreto, y ahora habrá una razón mucho más probable. También nos perderemos los buenos olores de aquellos que huelen bien…

Con las distancias aumentadas, para los más extrovertidos y sociales será algo más difícil entablar conversación con el primer desconocido que pase. Pero bueno, ellos siempre encuentran la manera de hacer amigos, y seguro que se adaptan estupendamente. A mí también me encanta hablar con todo el mundo en el ascensor, en el mercado, y donde sea. Ya os contaré qué tal.

APARIENCIA. ¿Qué pasará con nuestra apariencia, todo el día con mascarillas? ¿Podremos no lavarnos los dientes si comemos arroz negro? ¿Adiós bigotes y adiós pintalabios? Sí. Estoy convencida de que aquellas personas con un estilo más dramático (más llamativo) sabrán acomodarse a la mascarilla y seguir levantando miradas: el pintalabios rojo lo sustituirán por más máscara de pestañas o sombreros más llamativos, peinados más extremados… La cosa es diferenciarse, y que siga así, que suele dar gusto verlos y verlas.

• COLECTIVO FAVORECIDO. ¡No todo son malas noticias! Todas aquellas personas introvertidas están de enhorabuena: por fin, ¡por fin!, podrán disfrutar de mayores distancias, menos vociferio, menos contacto físico… Si intelectualmente el reconocimiento hace años que les había llegado, ahora también van a ser los reyes de lo social: serán el nuevo estándar 🙂

• COLECTIVOS ALTAMENTE PERJUDICADOS. Tengo muy en mente al menos dos colectivos que desde el plano de la comunicación van a verse muy afectados: las personas mayores y las personas sordas. Y ambas comparten particularidades en su día a día. Las personas mayores oyen menos, pueden fácilmente encontrarse solas, y su vida está en la calle: hacer la compra y saludar en la pelu, en la carnicería, en el súper de siempre (aunque el súper no se presta a casi nada positivo a nivel comunicativo y emocional, la verdad). Y en esas interacciones, necesitan situarse cerca para oír, a veces te cogen del brazo para mostrar afecto (aunque seas un desconocido en la pescadería :)…

Las personas sordas, las grandes perjudicadas. Si bien es cierto que muchas pueden comunicarse mediante el lenguaje de signos entre ellas, en su día a día suelen interactuar con cualquier oyente: en tiendas, escuelas, leyendo los labios de la persona con la que interactúan. Y eso SE ACABÓ 🙁 ¡No van a poder leer los labios a nadie! Me temo que este colectivo, por el que tengo mucha simpatía, precisamente por sus habilidades comunicativas, va a sentirse aislado. Desde luego que podrán comunicarse mediante lápiz y papel o escribiendo notas en el móvil, y con gestos. Buenos son ellos, están hechos para salir airosos 🙂 También, son personas que suelen tocar mucho: para llamar a alguna persona, para mantenerla cerca y pendiente en una conversación… Además, al no llevar distintivo, pasan más desapercibidos.

En fin, aquí os dejo cómo interpreto yo que nuestro lenguaje no verbal, en general, va a verse afectado. Seguramente vosotros ya habéis adaptado vuestra comunicación no verbal y podéis aportar vuestra propia visión, así que como siempre estaré encantada de leeros.

Ánimo, cuidaos mucho, y no dudéis en expresaros tanto como podáis, de forma verbal y no verbal, pues las ganas de comunicar nos conecta.

Un abrazo a todos,

Ana

Carteles electorales. Los que no emocionan pierden.

Carteles-electorales-19

Carteles electorales de menor impacto emocional. Así los podemos definir desde el punto de vista que analizamos estos días previos a las elecciones del 10-N. Si bien veíamos en el post anterior cómo Podemos, Vox y Cup recurren al corazón y conectan al instante, los carteles de PP, PSOE y Ciudadanos se quedan a medio gas y resultan, en términos coloquiales, flojillos. Y el de Más País simplemente está fuera de la semiótica electoral, en mi opinión.

Recordamos cómo lo emocional está en el fondo del proceso de toma de decisiones (no existiría el razonamiento puro), por lo que aquellos carteles electorales que sí han tenido en cuenta elementos emocionales, serán los que más muevan e inviten a decantar el voto.

De mejor a peor empleo del factor emocional como movilizador de decisiones, tenemos:

PP

Cartel electoral pp 2019

Contenido emocional: MEDIO

fondo con los colores de la bandera nacional, con movimiento, con vida. Eso sería el elemento más emocional

expresión facial de alegría. Contenida, con una postura que podría encajar con un saludo a multitudes tras triunfar en las elecciones

el logo del PP es ahora una gaviota con más forma de corazón (Psoe, Podemos y PP tienen un corazón en su logo…)

• el lema apela a la emoción: «todo lo que nos une». La palabra «todo» y la palabra «unión» llaman a la fraternidad. Aunque es difuso, no específico

Es un cartel correcto, en línea con la vertiente moderada por la que Casado ha apostado.

Crítica: Al lema le falta gancho: ¡le falta mojarse!, algo bastante propio del PP. Ahí falta añadir más emoción, hacer latir. Con ese lema no van a conectar y recuperar a los que se han pasado a Vox.

PSOE

Cartel electoral psoe 2019

Contenido emocional: MEDIO-BAJO

repetir estilo de cartel de la campaña anterior lleva a la ausencia de sorpresa y probable aburrimiento del receptor, emoción no positiva

el corazón con fondo sólido rojo al lado de «VOTA PSOE», que viene a significar «vota con el corazón». Bastante impacto

la palabra «España» que ya vimos en el post anterior cómo es un elemento identitario y que en los tiempos que corren o se adora o se odia, pero a nadie le deja indiferente

la palabra «Ahora», que mueve a la acción, y genera optimismo al llamar a aprovechar la oportunidad

expresión facial de Sánchez: un intento de neutralidad o sonrisa cortés que se queda corta y ladeada (técnicamente sería una sutil expresión de desprecio pero eso es inapreciable en general)

Crítica: Solo con haber puesto a un Sánchez con una expresión facial emocional más positiva y clara hubiera bastado, ya que invitaría a confiar. Sánchez tiene muy buena apariencia, en eso gana de calle a los demás candidatos, y se puede explotar más. Por otro lado, el hecho de repetir cartel de las elecciones anteriores no deja espacio a la ilusión. Hubiera aprovechado para poner otro fondo, personas, el perfil de ciudades y pueblos de la geografía española… en fin, algún elemento más allá de Sánchez y texto en rojo corporativo.

 CIUDADANOS

Cartel electoral Ciudadanos 2019

Contenido emocional: BAJO

el uso de la palabra «España» en el lema

colores de la bandera nacional

• hay personas en segundo plano, cerca de Rivera, con expresiones faciales neutras o de alegría de intensidad moderada

• las personas tienen mediana edad y van vestidas de manera más bien formal-informal (smart casual), el look típico de autónomos y emprendedores, el nicho por el que se han decantado

• figura de Rivera en primer plano, en movimiento y con una sonrisa cortés, social, pero no sentida. Esta expresión es bastante forzada

¿Qué pasa con este cartel, que hace latir poco el corazón? Para empezar, hay una incoherencia en la apariencia en general: el lema es «España en marcha» y las personas de detrás de Rivera están estáticas. Las incoherencias no convencen, sino que hacen chirriar cualquier mensaje. En segundo lugar, «En marcha» ¡es el mismo lema que tenía Macron cuando ganó («en Marche»)! Todo lo que suena repetido, no genera la emoción de sorpresa ni despierta curiosidad. Sus electores son gente con estudios, más cultos que menos, y saben de sobra que el movimiento de Macron se llamaba «en Marche«.

Hay coherencia entre lo que suelen decir y este cartel, pero hay exceso de elementos estáticos y racionales. Seguramente el que le vote lo hará con la cabeza, y quizá busquen eso, el voto racional.

Crítica: yo hubiera puesto a las personas trabajando, o por lo menos andando (como el cartel de Podemos). Y hubiera puesto el lema y la franja amarilla ondeando, con movimiento también. Y por supuesto, el lema… hubiera buscado otro más genuino.

MÁS PAÍS

Cartel electoral Mas pais 2019

Contenido emocional: AUSENTE

¿Pero qué ha pasado con el cartel de Íñigo Errejón? Tiene todo para ser un cartel publicitario muy trabajado… de una compañía aseguradora, un banco para start-ups o una clínica oftalmológica… pero no un partido político que se la juega dentro de 1 semana. El formato irregular, aunque llama la atención y es novedoso, no ayuda porque las formas geométricas irregulares o con poca base dan sensación de inestabilidad.

Lo único es que aparece Errejón en el cartel, y bueno, es una persona y ya hemos dicho que donde hay personas ponemos atención. Pero aparece bajo un filtro de photoshop de color verde corporativo, que lo hace lejano, poco accesible.

Crítica: no hay un solo elemento que invite a conectar desde el plano emocional.

Hasta aquí llega el análisis de los carteles electorales para estas elecciones generales del 10-N. Los elementos emocionales conmueven y ayudan a conectar y a retener mejor en la memoria el mensaje. De esta campaña, los mejores el de Podemos y Vox. Los más flojos: PP, PSOE, Cs y Más País.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

Sentir y expresarlo, un crimen de siempre que se acaba

«¡Pues a la porra con el barco!», «¡El fabricante de este barco es tonto!» y más expresiones del estilo oía que iba diciendo a grito pelado una de mis hijas el día después de Reyes al intentar montar un barco pirata XL de Lego. Tiene 9 años y el barco es para 14; anda que también los Reyes…

Y ahí estaba, avanzando despacio y lidiando a tortas con la frustración. Aunque un poco víctimas, todo sea dicho, también es una reacción natural porque cuando algo se interpone en la consecución de una meta, cuando el objetivo se frustra, aparece la ira. Pero claro, nuestra reacción como padres suele ser, y en mi caso fue: «¡pero no te enfades!» y más bla bla bla del de siempre. En casa del herrero…

En su escuela me han dicho mucho «tiene que aprender a tolerar la frustración». Desde luego, y por lo que veo a lo mejor no vivo para contarlo. Pero primero… ¡tendrá que entenderla, que la ira sea una vieja conocida!

«No llores…!» si se pegan la torta del siglo, o «¡Disimula!» si se parten de risa cuando alguien se tropieza en la calle y acaba rodando toda la compra por el suelo. La situación es divertida, pero prohibido reírse. O si ven a una persona con una apariencia excéntrica quizá les daremos a entender de un sutil codazo que no miren tanto. Al final, es un estímulo nuevo y sienten sorpresa y curiosidad por explorar aquello desconocido.

Total, que entre pitos y flautas las emociones acaban totalmente metidas en el armario y confundidas, y desde siempre hemos crecido, en unas culturas más que en otras, en unas familias más que en otras, con muchas de las emociones torpedeadas nada más emerger. Y claro, llegamos luego a la edad adulta que sí sabemos cómo nos llamamos pero ¡a ver quién le pone nombre a sus emociones, o entiende qué las ha desencadenado! De enseñárselas a los niños ya ni hablemos.

En el fondo: ¡bendita espontaneidad la de los niños! Me encanta observarles. Son un manual abierto. Aún con edades cortas (9, 7 y 3 en mi caso), en casa suelen mostrar toda la panoplia de expresiones corporales sin filtro. ¡Quién pudiera!

Pero desde hace unos pocos años esto está cambiando. En algunas escuelas en los ciclos de educación infantil ya se implanta un programa de conocimiento de las emociones. Las primeras en recibir el programa educativo: ¡las educadoras! Se tienen que formar en entender la tristeza, la alegría, el miedo… para poder después trabajarlo en clase. ¡Me parece un avance tan importante! ¡Por fin!

Creo que estamos en un momento de rescate total de las emociones. Hay películas (Inside Out), libros sobre inteligencia emocional… Y  otra prueba de que les ha llegado el momento es que en las jugueterías cada vez podemos encontrar más juegos explícitamente centrados en la emoción: memory, oca, libros ilustrados, muñecos… Estas Navidades, igual que las de años recientes, he podido ver mucha más oferta sobre esta temática. Y si se busca en Amazon «emociones + juguetes» la lista no es corta. Fui haciendo fotos y esto son ejemplos:

Juguete emociones
Memory emociones
Juego emociones
Juego mesa emociones
Libretas emoji emociones
Juego emociones mesa

Al final, quizá suceda como con la tecnología, que nuestros hijos serán los que nos enseñen cómo funcionan 🙂

Hablar de emociones en casa es positivo; deshacer la medeja: desde aceptarlas, hasta entender por qué surgen, cuánto probablemente tarde en desvancerse su «efecto», qué se puede esperar de una persona que está sintiendo esa emoción, cómo reconocer las emociones en el lenguaje no verbal del otro y en el comportamiento no verbal propio… Muy útil 🙂

Pero los niños no van a ser los únicos que se formen en la materia. Ya que estamos, aprovecho para adelantaros que este año tengo el honor de participar en un máster nuevo. Un máster online de márketing de moda recién salido del horno y en el que formo parte de un claustro de profesores de disciplinas punteras, y en el que seré profesora de asignaturas relacionadas con las emociones y su expresión. Allí podré ahondar en esta materia que me apasiona junto a otros profesionales igualmente entregados.

Os dejo web del máster aquí y pronto cuento con explicároslo más detalladamente:

Máster online de Márketing de Moda, del Centro de Estudios Superiores Emoción y Moda junto con Udima.

¿Quién dijo que aprender de emociones es solo cosa de niños?

Un saludo cordial a todos,

Ana