Día Mundial de la Gentileza. Pasa tu conducta al plano consciente

Gentileza-actitud

¡Feliz Día Mundial de la Gentileza! (Por ayer 13 de noviembre) La amabilidad, esa actitud tan prosocial y que a nadie molesta.

Casualmente, en mi caso tuve un día de plantarle cara a todo, por llamarlo de alguna manera; es decir, la gentileza podía haber brillado por su presencia un poco más. Analizando, tuve varias reacciones propias de la frustración, que ya sabéis que es una emoción compleja, derivada da la emoción básica ira, y conlleva parte de su repertorio conductual. En mi caso ayer, cierta agresividad en el tono y en la mirada.

Somos constantemente y de forma inconsciente «sujetos pasivos» de nuestras emociones, que siguen siendo absolutamente necesarias para la supervivencia, pero que a veces, si las vivimos en el plano inconsciente, nos pueden dominar con mayor facilidad y descalabrarnos.

Días como el de la Gentileza sirven no solo para ese día ser amables. Es toda una declaración de intenciones; y nos da la opción de pasar al plano consciente nuestra conducta. Nuestra conducta existe. Y se puede explicar por algo. A veces, las emociones. Otras, los estados de ánimo. Otras, las motivaciones. Otras, la personalidad. Otras…

Precisamente una de las formas de hacerse amigos de las emociones es ser conscientes de ellas. Y en el momento de una activación incipiente, ser capaz de reconocer qué me está pasando y, más importante, lo que va a pasar, cómo vamos a reaccionar.

Y racionalizar. Os propongo 2 ejercicios:

a) Operación matemática. Restar de 3 en 3 desde 100 (u operaciones más complejas, si eres de ciencias); si no te fías de su eficacia, prueba con un niño que esté enfadado, ansioso o tenga miedo, y pídele que haga algo similar. ¡Verás el resultado…! (Ni qué decir tiene, que con 3 niños me paso unos cuantos momentos restando de 3 en 3… 🙂

b) Análisis de la respuesta emocional. Poner encima de la mesa todo el proceso: ¿qué situación relevante ha habido para mí? ¿Cómo he evaluado la situación, sin siquiera darme cuenta? ¿Cómo me estoy sintiendo, qué noto? ¿Cuál está siendo mi conducta? Vendría a ser como traducir un texto. Intentar entender qué hay detrás.

Cuando racionalizamos, activamos el córtex, lo hacemos trabajar, y el sistema emocional «se distrae», se desactiva algo, cede protagonismo al racional.

Por eso, días como el Día Mundial de la Gentileza considero que son muy interesantes. Nos invitan a ser conscientes de la actitud, de las conductas, a muy pequeña escala. Algo que todos podemos hacer. No hace falta ser amables todo el rato siempre. Si estamos frustrados, enfadados, desanimados… tenemos el derecho a estarlo y a veces como sabemos «ocurre» y ya está.

Pero como en la vida todo es cuestión de equilibrios… Ser amables es una decisión consciente, y eso puede paliar en situaciones donde nos dominaría la amígdala. Hay mil maneras de ser amable, y seguro que vosotros ya sois lo más. Me encantaría saber qué gestos amables tenéis «de forma consciente» y aprender de ellos.

Desde el punto de vista del lenguaje no verbal, ¿qué elementos amables sencillos podemos decidir aplicar? Una sonrisa (incluso con mascarilla); saludar con más efusividad; emplear un tono de voz alegre; mirar a los ojos;  escuchar con atención; asentir cuando te hablan; un abrazo; tocar el hombro o el antebrazo; incluso combinarlo con un lenguaje verbal similar para mayor potencia… Todas las conductas prosociales que hacen que se favorezcan las relaciones positivas.

Feliz Día Mundial de la Gentileza, que yo PIENSO tener hoy 🙂

Un saludo muy cordial,

Ana

Mejora tu empatía en tiempos de coronavirus

¿Te has planteado si eres una persona empática y si lo eres mucho o poco? Sea cual sea tu respuesta, hoy te traigo un reto: ser capaz de llevar más lejos tus niveles de empatía.

Si algo ha traído el coronavirus a nuestras vidas es cambios tangibles: teletrabajo, ertes, mascarilla, distancias, aforos, restricciones… Y también cambios menos perceptibles pero que afectan a nuestro día a día, como es el caso de la comunicación no verbal (lo comentamos en este post anterior) o las emociones y estados de ánimo.

CONTEXTO ALTAMENTE GENERADOR DE EMOCIONES

De repente tenemos que lidiar con normas nuevas que se nos imponen por primera vez y pueden afectar a nuestras libertades; existe un riesgo de que enfermemos o que algún familiar de riesgo se contagie; nuestros negocios con cierta probabilidad van a verse afectados… Las circunstancias vividas desde marzo, y ahora los rebrotes, nos traen un sinfín de escenarios que pueden generarnos diversas emociones acordes, y según nuestra personalidad y nuestro contexto particular, es posible que nosotros afrontemos una situación concreta de una forma, y el de al lado la viva con el enfoque contrario.

Muy probablemente muchas de nuestras conversaciones ahora sean precisamente intercambio de enfoques: cómo ve uno el trabajo presencial; la vuelta al colegio; la incipiente crisis económica, etc. Ahí puede que nos hayamos encontrado formas de pensar antagónicas a las nuestras. Estos puntos de vista les habrán llevado a algunos amigos a tomar determinadas decisiones que nosotros consideremos sorprendentes, desmedidas o incomprensibles. Y ahí, antes de que empecemos a «considerar» lo de los demás mejor o peor, empieza el reto.

EMOCIONES, LENGUAJE VERBAL & LENGUAJE NO VERBAL

Es difícil que en una conversación expresemos verbalmente, con palabras, cómo nos sentimos en un momento concreto, para luego explicar por qué hemos tomado tal decisión o tal otra. De hecho, es probable que ni siquiera nos hayamos detenido a pensar en cómo nos sentimos, en poner etiqueta a la emoción, como suele decirse; simplemente, hemos reaccionado. Y por eso el otro, a falta de la información de base, juzga el resultado: la decisión, la conducta.

Una de las claves para captar la emoción que siente el otro es el lenguaje no verbal. Saber identificar a través de los gestos, el uso de la voz, las expresiones faciales, los cambios en la conducta… cómo se sienten las otras personas con las que interactuamos. Pero, siendo las emociones de duración breve y de intensidad variable, esta información a través del lenguaje no verbal está disponible unos segundos  y no siempre lo interpretamos junto con los elementos que la han desencadenado. Vemos cosas, caras, gestos… pero no los unimos al momento en que aparecen. Y menos ahora con mascarillas y pantallas de por medio, o teniendo que guardar distancias mayores de las habituales.

Por eso, en este contexto de pandemia, es importante trabajar para desarrollar habilidades comunicativas, y entre ellas destaca la capacidad de empatizar. Porque esta nueva situación es vivida como una amenaza para muchos (y sienten más miedo, angustia, estrés, ansiedad, preocupación…); como un fastidio para otros (y sienten más ira, frustración…), como una pérdida para otros más (más tristeza, melancolía…)… Y esto se refleja en las conversaciones y acciones del día a día. La cosa es: ¿soy capaz de percibir estas emociones en los demás en su contexto? ¿Soy capaz de asimilar que eso que para mí no supone miedo/ira/impotencia, para otro sí? ¿Soy capaz de comprender qué sucede en el otro cuando tiene miedo/ira/frustración…?

¿QUÉ ES Y CÓMO FUNCIONA LA EMPATÍA?

La empatía es una capacidad que nos permite captar la emoción del otro, comprenderla y experimentarla nosotros. Funciona gracias a neuronas especializadas que reflejan y activan en nuestro propio cerebro lo que percibimos en el otro, la mayor parte de las veces sin que podamos impedirlo. Por eso, por ejemplo, si el padre de una amiga muere lloramos con lágrimas en el funeral, aunque no lo conociéramos: porque percibimos su lenguaje no verbal de tristeza y abatimiento, probablemente lo adoptemos nosotros también, y desencadenamos la respuesta de la misma emoción: vivimos nosotros esa pérdida también, en el plano emocional, cognitivo y fisiológico. La empatía nos permite conectar a otro nivel.

La empatía es un mecanismo para el que los seres humanos (y los mamíferos en general) estamos preparados de serie; somos seres sociales. En el contínuum que es la empatía como capacidad, hay personas que puntúan más que otras por naturaleza. Pero, buenas noticias, se puede trabajar. Si no nos «nace» de forma natural ser empáticos a la primera en una circunstancia dada, uno puede hacer el ejercicio de intentar saber cómo se siente el otro: preguntando, escuchando… y sobre todo, deseando comprender.

En este contexto del coronavirus, os reto (y me incluyo) a abrir nuestra mente y cultivar la voluntad de empatizar y comprender. Porque es una situación nueva, intensa, de especial relevancia en el plano de supervivencia, que nos hace reaccionar a cada cual como podemos. Por eso, cuando estemos ante planteamientos que no compartamos, antes de enzarzarnos en una discusión o en una invalidación del otro, sirve bastante preguntar, escuchar y desear llegar a ese punto de conexión.

Empatizar no significa que te convenzan o tener que acabar admitiendo que el otro tiene razón. Significa ser capaz de comprender cómo se siente el otro, qué lo mueve; por qué toma ciertas decisiones. Cuáles son sus razones; y al final de esas razones puede fácilmente en origen haber una emoción.

VENTAJAS DE SABER EMPATIZAR

¿Por qué es bueno empatizar? ¿Por qué creo que vale la pena hablar de empatía? Porque se logra una conexión considerable con las otras personas. Al comprender (al vivir parcialmente la misma experiencia), dejamos de juzgar. Aunque nos pongamos en los zapatos del otro por unos momentos, la conexión es duradera. Somos capaces de enfocarnos en lo que nos une, no negar los motivos del otro… Entendernos, en definitiva.

Para eso, vale la pena estar atentos al lenguaje no verbal del otro. Estamos diseñados para captar toda esa información no verbal y de gran contenido emocional. Así que… reto lanzado: atrévete a aumentar tu capacidad de empatizar en pleno rebrote de coronavirus y emociones de los demás.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

La ausencia comunica: Sánchez y sus 3 mensajes en el funeral por las víctimas

La ausencia de Sánchez e Iglesias en el funeral por las víctimas del covid también es un elemento de lenguaje no verbal y también comunica.

Me disponía a analizar a los asistentes al funeral en La Almudena. La idea que me vino a la mente era poner el foco en las cuestiones protocolarias del luto, el saludo a los Reyes y algún otro elemento no verbal como un gesto, alguna expresión interesante que surgiera del análisis. Pero cuál fue mi sorpresa al ver que ni Pedro Sánchez ni Pablo Iglesias acudían al funeral. El tema cobra un interés y una rotundidad mucho mayor: la no presencia.

Sin haber ido, han sido los protagonistas, del mismo modo que la ausencia de gestos puede ser en un momento dado muy reveladora para un analista de la conducta. Si de todos los que fueron podríamos analizar algo, de los que no fueron también. Y es que la presencia comunica pero la ausencia lo hace a gritos. Me centro en Sánchez por ser el Presidente del país, pero aplica a Iglesias por igual.

En el caso de Sánchez lo hace en 3 direcciones comunicativas: no dolor por las víctimas; incongruencia con su mensaje institucional y rechazo por la Iglesia.

NO DOLOR POR LAS VÍCTIMAS

Relacionado con las víctimas del coronavirus en España, ¿cómo ha actuado Sánchez desde el punto de vista apariencia – presencia? Fue el último en lucir corbata negra en señal de duelo durante las semanas más críticas de la pandemia. Mientras políticos de diversas formaciones, y hasta personajes de la radio y la televisión, lucían algún símbolo de luto tanto en su imagen personal como en sus redes sociales, la imagen de Sánchez permanecía inalterable. Había ausencia de duelo.

Al estar ausente en el funeral por las víctimas, mantiene su mensaje coherente en relación a las víctimas. Un mensaje que, desde mi punto de vista, es altamente negativo, y podría responder a una altivez considerable así como poca conexión con la realidad de las víctimas. ¿Qué costaba haberse puesto corbata negra? Reconocer que había muertes masivas. La no-corbata negra iba en línea con las no-fotos crudas en la prensa. Aquí no pasa nada.

INCONGRUENCIA CON SU MENSAJE INSTITUCIONAL 

El hecho de tanto Sánchez como Iglesias haber decidido no asistir al funeral cae en una gran incongruencia en el global de su campaña de comunicación durante el coronavirus: «Este virus lo paramos unidos». ¿No hubiera sido coherente explicitar esa unión estando presente en el funeral, unido a las otras personalidades y familiares de víctimas en un acto de despedida? En las asesorías de comunicación no verbal siempre ponemos el acento en que lo que se diga verbalmente y lo que se diga no verbalmente ha de estar alineado.

Uno puede pensar que hay razones eximentes de la responsabilidad de ir. Una, el Presidente estaba en Lisboa reunido con Antonio Costa, primer ministro luso, preparando una cumbre europea. Estando Portugal a 1 hora de avión de Madrid, seguramente Costa habría estado encantado de cambiar levemente su agenda y así mostrar él también empatía por su país vecino, facilitando a Sánchez el poder estar en el funeral.

RECHAZO A LA IGLESIA CATÓLICA

Podemos estar tentados de argumentar también que, siendo una ceremonia de carácter religioso, no tiene por qué asistir ya que habrá un homenaje oficial de carácter laico más adelante.

Si eres el Presidente de la nación, ha habido una pandemia que ha dejado por lo menos 25.000 víctimas; la personas han vivido confinadas y bajo un estado de angustia e incertidumbre elevadas; muchos trabajadores han perdido sus empleos, y muchos aún no han cobrado por sus Ertes…

… Si la Iglesia convoca antes que tú un acto en la catedral de la capital a la que van los Reyes y la plana mayor de todas las instituciones civiles, familiares de víctimas, y representantes de otras religiones, quizá tu ausencia va a ser muy notable. Asistir hubiera sido una fácil forma de mostrar empatía y compañerismo. Y de ser un buen estrategia.

Al no acudir a esta ceremonia se deja entrever también un mensaje de oposición a lo eclesiástico. Esto puede suceder. Algo que te desagrada va a afectar a tu lenguaje no verbal. Hace algunos días estaba en una conversación informal, más de casualidad que otra cosa; una persona comentó que picoteaba de diversas religiones, budista, cristiana… pero seguía rezando por las noches. Eso provocó que una persona que estaba sentada empezara a cambiar de postura incesantemente; hasta que al final pareció no encontrar ninguna cómoda mientras duraba esa conversación, y finalmente se levantó y desapareció de la habitación. Se alejaba de lo que no le gustaba. Esto es proxemia, distancias, y es una respuesta básica que tiene explicación psicofisiológica y se puede ubicar en el cerebro. Lo mismo Sánchez en este caso. Si no estás, esta ausencia tiene significado.

CONCLUSIÓN

A no ser que haya alguna razón estratégica tan evidente que no sea capaz de verla, considero que para Sánchez, con la gestión en la crisis del coronavirus puesta en entredicho, estar ausente en este funeral es un movimiento político mal medido, una ocasión desaprovechada de comunicar en positivo.

Nosotros tendremos citas, reuniones, eventos… en la esfera tanto laboral como profesional a las que dudemos si asistir o no. Si se nos espera (distinto es esas ocasiones en que una ex pareja invita por compromiso, y el otro declina, quedando igualmente bien), considero que es más recomendable vencer los obstáculos que encontramos para no ir y acudir. Que comenten que llegaste tarde, que ibas peor o mejor vestido, que estuviste más o menos amable o que fuiste por ir. Pero estar; porque la ausencia, como hemos visto, también comunica y de forma mucho más descontrolada.

>> Y añado a posteriori: Ningún representante de Vox estuvo presente en el funeral laico oficial por las víctimas. Otra ausencia igualmente llamativa, y quizá aunque se haga de forma estratégica, no sé si le sacarán rédito. Al final, creo que la ciudadanía también quiere ver que los políticos son capaces de unirse por un bien común, y eso implica salir en las fotos juntos, en situaciones excepcionales como esta.

Un cordial saludo como siempre,

Ana

Lenguaje no verbal después del Covid

lenguaje-no-verbal-mascarilla

¿Cómo nos relacionaremos mientras siga latente y presente el Covid-19 en nuestras ciudades? Llevamos ya 2 meses desde que empezamos en España una situación nunca vivida antes y seguro que la mayoría de nosotros nos hemos «resignado» y adaptado como mejor hemos sabido a las nuevas circunstancias, un cambio que ha afectado a la práctica totalidad de los diversos ámbitos de nuestra vida. Esto en cuanto al presente. ¿Y en el futuro inmediato?

Una bola de cristal no tenemos, ni tampoco sabemos con exactitud qué nuevas normas se aprobarán, pero sí podemos intuir que mientras no se erradique el Covid-19 algunos aspectos de nuestra forma de relacionarnos van a cambiar, y con ellos nuestro uso del lenguaje no verbal y la forma de comunicarnos. Especialmente por el uso de mascarillas y las distancias sanitarias recomendadas.

Estoy segura de que si estuviéramos ahora juntos en una charla o curso, presencial como hasta ahora veníamos haciendo, podríamos poner en común muchos cambios que ya están sucediendo a diario en vuestra comunicación general: reuniones de trabajo, llamadas con amigos… Yo misma, que tengo familia fuera de España, ha sido la primera vez que hemos hecho Zooms con todos; antes lo hacíamos en los cumples solo con el que estaba fuera. Hasta la bisabuela de mis hijos es toda una experta ya en videollamadas con sus biznietos de… 4 a 10 años.

Creo que muchos de estos cambios en la comunicación quedarán integrados, y pronostico que el lenguaje no verbal va a adaptarse también a estos tiempos. Mi pronóstico:

MÁS GESTOS. Los gestos van a ser los protagonistas en la comunicación no verbal. Si vamos a llevar mascarilla a todas partes, y vamos a tener que mantener distancias mayores entre personas, vamos a tener que recurrir a gesticular mucho más para poder apoyar nuestro lenguaje verbal y, en definitiva, hacer el mensaje efectivo. Como cuando vamos a un país del que no hablamos el idioma y recurrimos a manos y brazos con toda normalidad y entusiasmo por tal de hacer entender.

Además, estoy segura de que veremos florecer GESTOS NUEVOS en todos los idiomas. Los gestos que sustituyen a las palabras (gesto de OK, por ejemplo) se llaman «emblemas» y se van creando con el paso del tiempo en las culturas. Imaginaos que tenéis que gesticular que alguien es un caradura: ¿qué gesto harías con las manos? Pues de este tipo de gestos creo que vamos a tener que hacer un glosario bien pronto.

ADIÓS A LA SONRISA. Eso es lo que peor llevo. Lo que me da más tristeza (sí, tristeza ante algo que perdemos…). Las mascarillas tapan esta joya comunicativa que es la sonrisa cordial, que se hace por cortesía y que tiende tantos puentes. Una sonrisa para mostrar que cedemos el paso a alguien, o para agradecer que nos lo han cedido; una sonrisa para saludar por la calle o por la oficina sin mediar palabra… Una sonrisa para mostrar empatía con una madre o padre que está aguantando como puede la pataleta de un niño… ¡Oh, sonrisa! La sonrisa cordial es un elemento muy común y muy útil en la sociedad occidental, y en las culturas mediterráneas, más aún. Carente de emoción pero con mucha intención comunicativa.

Por supuesto, cuando sonreímos «de verdad», no por cortesía sino porque nos sentimos alegres, esa trasciende las mascarillas porque afecta a la musculatura facial superior del rostro: los ojos se empequeñecen y se adivina la sonrisa sentida y la alegría a pesar de la mascarilla. Pero considero que, viendo solamente los ojos, y perdiéndonos la mitad de la expresión facial (la elevación de comisuras labiales y mejillas), vamos a percibirla menos. Especialmente si quien sonríe lleva gafas u otros elementos que se interponen entre los ojos y la otra persona.

El reconocimiento de la mayoría de expresiones faciales emocionales se verá afectado. En comunicación en general, nos apoyamos mucho en la lectura de expresiones faciales: «¿le ha gustado el regalo?», ¿me está mintiendo?», «¿le apetece este plan que acabo de proponer…?», «¿he sido suficientemente persuasor?» A pie de calle al menos, lo tendremos más difícil, pues las expresiones faciales de emociones suelen componerse de movimientos musculares tanto en la parte superior del rostro (ojos y cejas) como en la inferior: boca, barbilla, mejillas…). Leer emociones solo con la mitad del rostro nos costará, pero quizá también nos haga más hábiles con el tiempo, pues escudriñaremos esa parte del rostro y obtendremos claves igualmente. Las emociones básicas serán más reconocibles, pero las complejas… (culpabilidad, frustración, etc.), con toda probabilidad se malinterpretarán.

También me parece interesante que en algún momento dado, podamos guardarnos nuestras emociones para nosotros mismos, si nos conviene, y gracias a la mascarilla queden parcialmente ocultas.

MENOS CONTACTO FÍSICO. O lo que es lo mismo, nos tocaremos menos. En el seno de la familia íntima no bajará el contacto físico, pero sí se reducirá por precaución con personas mayores, en el trabajo, al saludar, en los viajes… Por el tacto se obtiene una enorme información del otro (pensad en el saludo al dar la mano), y nos tendremos que acostumbrar a evaluar otras claves comunicativas para apreciar cómo es y cómo está el otro.

Probablemente será divertido ver aparecer formas de saludarnos nuevas y creativas. Por ahora tenemos el saludo con los codos. ¿Qué otros veremos?

• Por otro lado, como deberemos mantener MÁS DISTANCIA INTERPERSONAL, será menos probable ese contacto físico. Y es probable que una «violación» de esas nuevas distancias lleve aparejada la irrupción en nosotros o en el otro de emociones como el miedo o ansiedad a ser contagiados. Nos tenemos que acostumbrar a ver cómo alguien con el que hablamos de repente da un paso atrás o flexiona la espalda hacia atrás, si nos acercamos; si veis eso, ya sabéis que siente cierto miedo a ser contagiado. Antes podíamos inferir que el desodorante nos había abandonado o habíamos comido algo con aroma indiscreto, y ahora habrá una razón mucho más probable. También nos perderemos los buenos olores de aquellos que huelen bien…

Con las distancias aumentadas, para los más extrovertidos y sociales será algo más difícil entablar conversación con el primer desconocido que pase. Pero bueno, ellos siempre encuentran la manera de hacer amigos, y seguro que se adaptan estupendamente. A mí también me encanta hablar con todo el mundo en el ascensor, en el mercado, y donde sea. Ya os contaré qué tal.

APARIENCIA. ¿Qué pasará con nuestra apariencia, todo el día con mascarillas? ¿Podremos no lavarnos los dientes si comemos arroz negro? ¿Adiós bigotes y adiós pintalabios? Sí. Estoy convencida de que aquellas personas con un estilo más dramático (más llamativo) sabrán acomodarse a la mascarilla y seguir levantando miradas: el pintalabios rojo lo sustituirán por más máscara de pestañas o sombreros más llamativos, peinados más extremados… La cosa es diferenciarse, y que siga así, que suele dar gusto verlos y verlas.

• COLECTIVO FAVORECIDO. ¡No todo son malas noticias! Todas aquellas personas introvertidas están de enhorabuena: por fin, ¡por fin!, podrán disfrutar de mayores distancias, menos vociferio, menos contacto físico… Si intelectualmente el reconocimiento hace años que les había llegado, ahora también van a ser los reyes de lo social: serán el nuevo estándar 🙂

• COLECTIVOS ALTAMENTE PERJUDICADOS. Tengo muy en mente al menos dos colectivos que desde el plano de la comunicación van a verse muy afectados: las personas mayores y las personas sordas. Y ambas comparten particularidades en su día a día. Las personas mayores oyen menos, pueden fácilmente encontrarse solas, y su vida está en la calle: hacer la compra y saludar en la pelu, en la carnicería, en el súper de siempre (aunque el súper no se presta a casi nada positivo a nivel comunicativo y emocional, la verdad). Y en esas interacciones, necesitan situarse cerca para oír, a veces te cogen del brazo para mostrar afecto (aunque seas un desconocido en la pescadería :)…

Las personas sordas, las grandes perjudicadas. Si bien es cierto que muchas pueden comunicarse mediante el lenguaje de signos entre ellas, en su día a día suelen interactuar con cualquier oyente: en tiendas, escuelas, leyendo los labios de la persona con la que interactúan. Y eso SE ACABÓ 🙁 ¡No van a poder leer los labios a nadie! Me temo que este colectivo, por el que tengo mucha simpatía, precisamente por sus habilidades comunicativas, va a sentirse aislado. Desde luego que podrán comunicarse mediante lápiz y papel o escribiendo notas en el móvil, y con gestos. Buenos son ellos, están hechos para salir airosos 🙂 También, son personas que suelen tocar mucho: para llamar a alguna persona, para mantenerla cerca y pendiente en una conversación… Además, al no llevar distintivo, pasan más desapercibidos.

En fin, aquí os dejo cómo interpreto yo que nuestro lenguaje no verbal, en general, va a verse afectado. Seguramente vosotros ya habéis adaptado vuestra comunicación no verbal y podéis aportar vuestra propia visión, así que como siempre estaré encantada de leeros.

Ánimo, cuidaos mucho, y no dudéis en expresaros tanto como podáis, de forma verbal y no verbal, pues las ganas de comunicar nos conecta.

Un abrazo a todos,

Ana

La ronda de preguntas: ese incómodo momento. Análisis no verbal a los directores del Mobile World Congress tras cancelar.

¿Qué supone más estrés, una conferencia o las preguntas de después?

No es casualidad que durante la rueda de prensa ofrecida por los organizadores del Mobile World Congress tras cancelar la edición 2020, en cierto momento su lenguaje no verbal empezara a cambiar. ¿En qué momento? En la ronda de preguntas que hacían los periodistas.

Como siempre un poco de contexto: en un ambiente de alarma generalizada por el coronavirus, en el que algunas empreasas habían anulado su presencia en este evento internacional, era una comparecencia para explicar una decisión controvertida, llena de expectativa y tensión general. No es para menos, siendo que han decidido cancelar un evento que congrega a 110.000 asistentes, 8.000 CEOs de todo el mundo, y que va a suponer pérdidas de 500 millones de euros a multitud de empresas. Me atrevería a decir que nadie sabe bien bien cuáles son las causas exactas y los responsables implicados en esta cancelación.

En la rueda de prensa han estado acompañados por la alcaldesa de Barcelona y otros representantes estatales, autonómicos y de otras instituciones.

Todas han sido unas intervenciones interesantes de analizar tanto desde el enfoque del discurso verbal como desde el punto de vista de la comunicación no verbal. El discurso verbal: preparado de antemano, unos se han centrado en dejar patente la buena gestión de Barcelona, Cataluña y España ante la «crisis» del coronavirus. Por su parte, Max Granryd, director general de GSMA (organizadora del Mobile) y John Hoffman, consejero delegado, han centrado sus declaraciones en las razones de salud y seguridad que les ha llevado a cancelar el congreso; el coronavirus, en esencia. Y todos en sus intervenciones por turnos han resaltado la buena relación que tienen entre ellos (la ciudad de Barcelona, España, Fira Barcelona y GSMA).

Y si bien Ada Colau estaba bastante nerviosa al inicio, los protagonistas desde el punto de vista del lenguaje no verbal han sido los 2 organizadores del Mobile. Pero no tanto durante su comunicado, que llevaban preparado y en parte por escrito, sino al pasar a la incertidumbre de tener que responder a las preguntas de los periodistas allí congregados.

Volviendo a la pregunta inicial, ¿qué conlleva más nervios para un ponente, su intervención o las preguntas de después? Parece ser que frecuentemente la ronda de preguntas lleva aparejada cierta ansiedad, quizá por la incertidumbre de no saber qué te van a preguntar, el hecho de no poder preparártelo bien antes, de tener cámaras que graban para siempre…

En esta ocasión, las 9 preguntas hechas por los periodistas iban directas a la yugular, insistiendo sobre todo a los organizadores del Mobile (6 de las 9 preguntas) sobre su responsabilidad de asumir los costes derivados de la cancelación, y las causas reales de tal decisión. Preguntas bastante contra las cuerdas, que les han hecho a los del GSMA pasar de un lenguaje no verbal de una tensión controlada a otros elementos no verbales que denotan otro estado de ánimo.

Encontramos un gesto recurrente: tocarse la nariz. ¿Están mintiendo? En el afán de poder discernir de forma clara y unilateral si alguien miente, corren por ahí bastantes mitos sobre qué elementos del lenguaje no verbal delatan al mentiroso… Y el gesto de tocarse la nariz es un mito más. Sí que si alguien miente quizá, en la tensión de poder ser descubierto, se toque la nariz, pero no significa que si alguien se la toca, esté mintiendo 🙂

Entonces, si no es mentir, ¿qué significa? Aunque no podemos nunca adjudicar 1 significado unívoco a 1 gesto, en este contexto el llevarse la mano por la cara y tocarse la nariz podemos interpretarlo como una incomodidad realmente intensa. Pasar un mal rato, en definitiva. Ya sea por ansiedad de no querer revelar más información, o por irse irritando ante la insistencia de los periodistas, la incomodidad es evidente y nos hace pensar.

Los organizadores del Mobile han tenido la capacidad de responder con un lenguaje verbal coherente, solvente y al final algo tajante. Pero su lenguaje no verbal ha delatado una tremenda incomodidad. Tanto es así, que al saber que se daba por terminada la ronda de preguntas, Granryd ha respirado de alivio vistosamente.

MWC 2020 ronda preguntas gestos

Este gesto tan común no solo lo hemos podido ver en el director general de la institución que organiza el Mobile, sino también en uno de los responsables de Fira Barcelona al ser preguntado también sobre las cuestiones monetarias, pérdidas, costes… Misma temática de las preguntas, misma emoción y mismo gesto…

MWC lenguaje no verbal

Ay el dinero, ese asunto que tanto mueve y conmueve.

Espero que os haya sido útil esta precisión. Y estoy convencida de que desde ya mismo podréis fijaros en vuestros interlocutores y asociar el gesto de tocarse la nariz cuando un tema, quizá banal para vosotros, a otro le resulte embarazoso o complicado de tratar. En ese caso, os recomiendo aplicar cuanta más inteligencia emocional posible.

Saludos muy cordiales como siempre,

Ana

Resolver conflictos con nuestra apariencia. Comunicación no verbal emocional

Madre-tatuaje-implante

¿Cómo tender puentes con nuestra imagen personal? Comentábamos en el artículo anterior que toda imagen personal se empieza a trabajar desde el yo: cómo quiero que me perciban los demás a mí, qué quiero comunicar al mundo a través de mi apariencia, o qué imagen necesito yo para sentirme bien y mejorar mi rendimiento.

Sin embargo, tras unos años ya en este ámbito profesional he visto claro que, además, podemos emplear nuestra apariencia para ir más allá y comunicar con los demás no solo sobre qué y quiénes somos (o hacer ver que somos), sino para tender puentes de entendimiento con el otro.

Veíamos en el artículo anterior que Kate Middleton emplea su imagen personal como herramienta diplomática (si te lo perdiste pincha aquí), especialmente en visitas oficiales a países con los que Reino Unido tiene un vínculo especial presente o histórico.

Inspirándonos en que ES POSIBLE tender puentes con nuestra apariencia, os propongo: emplea tu apariencia para tender puentes en aquellas situaciones de difícil resolución mediante el lenguaje verbal. ¿Te ha pasado querer resolver un conflicto hablando y acabar igual o peor del punto de partida? Básicamente, porque a menudo nos cuesta, a todos, poder etiquetar bien las emociones o estados de ánimo que nos abordan, a nosotros o a los demás.

¿Cuándo y cómo emplear cambios en la apariencia para tender puentes? Con estos 3 criterios puedes identificar situaciones de pequeña escala pero gran trascendencia.

3 CRITERIOS para tender puentes con nuestra apariencia:

• que sea con un destinatario específico

• en una situación de base emocional

• un cambio en la apariencia puntual

Os pongo un ejemplo bastante extraordinario como punto de partida:

Padre tatuaje implante
Abuelo tatuaje implante coclear

Estos adultos son padre y abuelo de niños sordos a los que se les operó para ponerles el implante coclear: una operación en la que se implantan electrodos en el nervio auditivo y que luego para poder oír requiere llevar un procesador en la cabeza que se adhiere con un imán, y un audífono en la oreja. Automáticamente, estos niños pasan a tener una diferencia visual (como podría ser llevar un parche, una prótesis, una parálisis facial, etc.).

Este padre y este abuelo (y varios casos más que se conocen) decidieron entonces tatuarse la forma del procesador y audífono en sus cráneos. Con este tatuaje, un cambio visible en su apariencia, están tendiendo a sus hijos un puente de corte emocional. Traducido a palabras, le están diciendo a diario «te comprendo», «no estás solo», «sé ahora cómo te sientes», «me importas», «te quiero»… Puro lenguaje emocional a través de la apariencia.

Está claro que a grandes situaciones, respuestas proporcionales. No todos vamos a tener que tatuarnos cosas para tender puentes, ¡ni mucho menos! Pero sí este ejemplo nos sirve para ver el impacto de esos cambios en la apariencia, y cómo podemos conectar en el plano emocional, sin dejar lugar a una posible dudas en la intención de conectar.

¿Qué ejemplos cotidianos podemos lidiar con cambios en la apariencia? Vosotros sois los que tenéis identificadas ya situaciones delicadas, relaciones con posturas alejadas o de aproximación más difícil. No se trata de hacer grandes cambios, sino adoptar pequeños elementos. Ganar guerras por pequeñas batallas. O, como se propone en el mundo del coaching, un objetivo no se logra a lo grande, sino por muy pequeñas acciones del día a día.

(DE)MOSTRAR INTERÉS POR TU PAREJA

Quien viva en pareja desde hace años, probablemente habrá notado en el que cuando está en casa, va un poco más dejado, o relajado… Eso respecto al otro miembro de la pareja, pero… ¿y nosotros? ¿Vamos como íbamos al principio de conocernos? ¿Por qué nos reservamos lo mejor de nosotros para otros, para cuando tenemos una cena o una reunión importante, y por casa vamos… cómodos? ¿Qué deducciones hace el otro miembro de la pareja a través de nuestra apariencia? Probablemente, estemos diciéndole al otro: me importas bastante menos que antes. Porque el muy manido: «contigo puedo ser yo mismo» no cuela.

¿Cómo tender puentes en ese contexto? Fácil, fácil. Quizá sea el momento de jubilar para siempre esas pantuflas tan cómodas, tener más a mano un peine / espejo, descartar toda esa ropa que tenemos «para estar por casa» (camisetas, chándals, renovar pijamas…). No hay que ir hecho un/a figura, pero no hay duda de que nuestra imagen habla, y tender puentes en el contexto pareja con pequeños cambios puede evitarnos tener que dar muchas explicaciones del estilo «aún me importas». ¿Qué mejor contexto para aplicar el una imagen vale más que mil palabras?

LIMAR ASPEREZAS CON LA FAMILIA POLÍTICA

Entramos en un marco conceptual y experiencial en el que todos tenemos mucho que contar. La familia política… vienen de otra cultura familiar, otras vivencias y tradiciones… y hay que convivir con ello. Pero también da lugar al aprecio, claro que sí, de cada uno de los miembros. Porque en general no hay nadie taaan malo como para que sea imposible llevarse suficientemente bien, o intentar entenderse.

Ahí tender puentes con la imagen es posible. ¿Por qué no limar asperezas con el suegro poniéndonos en la siguiente celebración esa corbata que nos regaló? «Es que yo paso de corbatas», «es que es realmente fea», «es que no me gusta porque me la regaló él». Así levantamos barreras. ¿Cómo tender puentes? Llevando esa corbata un día en el que vayamos a estar con él. Esto aplica a pendientes, bolsos, fulares, ropa regalada a los hijos, incluso a un cuadro que nos regalaron.

LAS IDENTIDADES QUE DISTANCIAN

Todos tenemos nuestras identidades, múltiples por cierto (os recomiendo al filósofo y escritor libanés Amin Maalouf para ahondar en ello). Según el momento histórico, social o personal que se viva es probable que usemos nuestra apariencia para reafirmar esos rasgos identitarios que consideramos que necesitan un rescate, una reafirmación al mundo. Desde cuestiones políticas, a nacionalidades, cuestiones de orientación, religiosas, étnicas…

Hay que tener en cuenta que, a la vez que nos reafirmamos, a veces podemos estar levantando muros entre los otros: ya sabemos que solemos acercarnos y conectar más con aquellas personas cuya apariencia es similar a la nuestra.

Entonces, os planteo la posibilidad de puntualmente eliminar de nuestra apariencia esos elementos identitarios (banderas, lazos, lo que sea), si consideramos que así podemos tender un puente de entendimiento en un momento concreto.

En fin, queridos amigos, esto es lo que fruto de mi análisis y experiencia os quería proponer. Tender puentes a través de nuestra apariencia. Con un destinatario concreto. Con un mensaje específico, con lenguaje emocional. Esto es también comunicación no verbal. 

¿Cómo lo veis? Si alguno de vosotros se lanza con algún pequeño cambio puntual, estaré encantada de saberlo. Os puedo decir, por mi parte, que yo lo hago con asiduidad y… los resultados son magníficos.

¡Saludos muy cordiales!

Ana

Kate Middleton o la alta diplomacia a través de la imagen personal

¿Por qué analizar la apariencia de Kate Middleton? Porque la podemos considerar un referente absoluto en la gestión de su imagen personal. Porque está trabajada, es constante y es coherente. Quizá resulte un personaje lejano; quizá penséis que es solo interesante para la prensa rosa; o tal vez consideréis que su imagen es cursi o anodina, como me suelen comentar algunos. Sin embargo, nada más lejos de lo anodino, pues no da puntada sin hilo en cuanto a apariencia se refiere, conocedora sin lugar a dudas de que se trata de un potente canal de comunicación no verbal.

De hecho, ¿qué nos dice la ciencia sobre la apariencia como canal de comportamiento no verbal? Hay muchos estudios que se centran en qué sucede si alguien se viste así, asá, si emplea un color, otro… Como denominador común, podemos extraer de todos ellos que no sólo comunicamos «cosas», sino que además nuestro comportamiento se ve influido por la apariencia de los demás. Conducta tanto visible (cómo nos acercamos/apartamos de alguien, o si le tocamos más o menos, por ejemplo), como fisiológica (alteración de la presión, ritmo cardíaco, etc.).

Es decir, según la información que obtenemos exclusivamente por elementos no verbales como es el conjunto de apariencia, hacemos inferencias sobre el otro; y esas inferencias van a condicionar nuestra conducta hacia la persona.

¿Qué hace de Kate Middleton alguien excepcional desde el punto de vista del uso de la apariencia?

La mayoría de las veces cuando elegimos todos esos elementos que conforman la apariencia (desde prendas de vestir hasta peinados, gafas, relojes, oficina, maquillaje, joyas, despachos, automóvil, etc.), buscamos o que nos quede bien, estar guapos, en resumen; o que el otro nos atribuya fácilmente determinadas cualidades solo con vernos: lo que somos, a qué estatus hemos llegado, a qué grupo social/intelectual pertenecemos, qué edad (no) tenemos… En definitiva, por lo general nuestra imagen está muy centrada en el YO.

Lo mismo sucede con los personajes públicos: políticos, actores, «famosos» y cualquier otro personaje de la esfera pública.

Estar centrados en el YO es requisito necesario para una buena gestión de la imagen personal, sin duda. De hecho es el punto de partida. Pero lo que hace a Kate Middleton sobresalir como personaje público es precisamente que es capaz de dejar constantemente ese YO en segundo plano.

Middleton llega mucho más lejos, escribe entre líneas cuando se viste, se peina, o se pone determinadas joyas o deja de llevarlas. Lo que hace es emplear su imagen para TENDER PUENTES. Puentes de entendimiento con el otro. Y ha hecho de esa habilidad para tender puentes su marca personal, al menos como yo lo veo.

Ponemos 2 ejemplos muy claros, de 2 viajes oficiales. Y es que es en los viajes oficiales donde despliega el empleo de su apariencia como herramienta diplomática total para tender puentes.

VIAJE OFICIAL A BHUTÁN (abril 2016)

Análisis:

  • baja del avión vestida de amarillo, el color nacional
  • visitas con vestimenta de estilo local (el vestido lila estaba hecha por artesanos locales)

VIAJE OFICIAL A CANADÁ (octubre 2016)

Análisis:

• izquierda: baja del avión con tocado con varias hojas de arce, emblema nacional de Canadá; broche de la Reina Isabel también en forma de hoja de arce

• centro: de noche, vestido rojo, misma tonalidad exacta que la bandera canadiense + broche hoja de arce

• derecha: combina en su indumentaria los colores de la bandera canadiense: rojo, blanco, rojo. Además, hojas de arce en el tocado + broche hoja de arce

Un claro ejemplo de que lo que abunda no daña.

VIAJE OFICIAL A PAKISTÁN (octubre 2019)

¿Qué hace en realidad Kate Middleton, al escoger tal apariencia cada vez?

  • No da lugar a dudas sobre el interés de Inglaterra en esa visita; por el país, por sus gentes, tradiciones, historia, idiosincrasia…
  • Refuerza abiertamente los lazos que en su día hubo entre países como Bhután y Pakistán, miembros en su día del Raj Británico
  • En el caso de Canadá, miembro de la Commonwealth, acerca la figura de la jefatura de estado (la Reina Isabel) a través de un constante y abierto uso de emblemas nacionales
  • Agasaja abiertamente al anfitrión, viene a decirle: «qué importante es vuestro pueblo para nosotros, cómo me gusta estar aquí». ¿Quién no está dispuesto a firmar buenos acuerdos con tal embajadora?

En términos generales, le otorga a su imagen personal profesional un destacado valor institucional, con el objetivo de tender puentes, que no den lugar al equívoco o al malentendido. Complementa a través de su apariencia su labor representativa del Estado y sus misiones diplomáticas. Lleva a cabo alta diplomacia, sin necesidad siquiera de emplear el lenguaje verbal, una herramienta tan sofisticada como, a veces, comprometida. Y es que, como dice el proverbio árabe: «El hombre es esclavo de sus palabras y dueño de sus silencios». Con un buen empleo de la apariencia queriendo tender puentes, hablamos lenguaje no verbal, de fácil entendimiento para todo receptor.

¿Por qué digo que deja de lado su «yo»? Porque prescinde de entrar en los cánones sociales que empujan a la mujer a marcar curvas, exponer más piel, seguir las tendencias en vestimenta y peinados… Todo esto queda en un segundo plano, y opta por una imagen 100% institucional y de representación del Estado. Por supuesto tiene buena percha y también deja traslucir su estilo, pero lo que guía su imagen es los mensajes que quiere comunicar al llevar a cabo sus tareas diplomáticas. Es menos Kate, y mucha Inglaterra.

Y aunque a veces sí se comentan los guiños que hace a Lady Di, eso son puentes que lanza al pueblo inglés. Los que me interesan a mí son los que lanza cuando va en misión diplomática, ¡que más que puentes son acueductos!

¿Y nosotros? ¡Por supuesto, podemos también tender puentes con nuestra imagen! Lo veremos en el próximo post, con un ejemplo fuera del mundo «personajes públicos» que seguro os gustará. Lo importante: nunca es tarde para empezar a tomar las riendas de nuestra apariencia, sabiendo que como elemento no verbal, comunica de forma inmediata e influye en la conducta del otro.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

Carteles electorales. Los que no emocionan pierden.

Carteles-electorales-19

Carteles electorales de menor impacto emocional. Así los podemos definir desde el punto de vista que analizamos estos días previos a las elecciones del 10-N. Si bien veíamos en el post anterior cómo Podemos, Vox y Cup recurren al corazón y conectan al instante, los carteles de PP, PSOE y Ciudadanos se quedan a medio gas y resultan, en términos coloquiales, flojillos. Y el de Más País simplemente está fuera de la semiótica electoral, en mi opinión.

Recordamos cómo lo emocional está en el fondo del proceso de toma de decisiones (no existiría el razonamiento puro), por lo que aquellos carteles electorales que sí han tenido en cuenta elementos emocionales, serán los que más muevan e inviten a decantar el voto.

De mejor a peor empleo del factor emocional como movilizador de decisiones, tenemos:

PP

Cartel electoral pp 2019

Contenido emocional: MEDIO

fondo con los colores de la bandera nacional, con movimiento, con vida. Eso sería el elemento más emocional

expresión facial de alegría. Contenida, con una postura que podría encajar con un saludo a multitudes tras triunfar en las elecciones

el logo del PP es ahora una gaviota con más forma de corazón (Psoe, Podemos y PP tienen un corazón en su logo…)

• el lema apela a la emoción: «todo lo que nos une». La palabra «todo» y la palabra «unión» llaman a la fraternidad. Aunque es difuso, no específico

Es un cartel correcto, en línea con la vertiente moderada por la que Casado ha apostado.

Crítica: Al lema le falta gancho: ¡le falta mojarse!, algo bastante propio del PP. Ahí falta añadir más emoción, hacer latir. Con ese lema no van a conectar y recuperar a los que se han pasado a Vox.

PSOE

Cartel electoral psoe 2019

Contenido emocional: MEDIO-BAJO

repetir estilo de cartel de la campaña anterior lleva a la ausencia de sorpresa y probable aburrimiento del receptor, emoción no positiva

el corazón con fondo sólido rojo al lado de «VOTA PSOE», que viene a significar «vota con el corazón». Bastante impacto

la palabra «España» que ya vimos en el post anterior cómo es un elemento identitario y que en los tiempos que corren o se adora o se odia, pero a nadie le deja indiferente

la palabra «Ahora», que mueve a la acción, y genera optimismo al llamar a aprovechar la oportunidad

expresión facial de Sánchez: un intento de neutralidad o sonrisa cortés que se queda corta y ladeada (técnicamente sería una sutil expresión de desprecio pero eso es inapreciable en general)

Crítica: Solo con haber puesto a un Sánchez con una expresión facial emocional más positiva y clara hubiera bastado, ya que invitaría a confiar. Sánchez tiene muy buena apariencia, en eso gana de calle a los demás candidatos, y se puede explotar más. Por otro lado, el hecho de repetir cartel de las elecciones anteriores no deja espacio a la ilusión. Hubiera aprovechado para poner otro fondo, personas, el perfil de ciudades y pueblos de la geografía española… en fin, algún elemento más allá de Sánchez y texto en rojo corporativo.

 CIUDADANOS

Cartel electoral Ciudadanos 2019

Contenido emocional: BAJO

el uso de la palabra «España» en el lema

colores de la bandera nacional

• hay personas en segundo plano, cerca de Rivera, con expresiones faciales neutras o de alegría de intensidad moderada

• las personas tienen mediana edad y van vestidas de manera más bien formal-informal (smart casual), el look típico de autónomos y emprendedores, el nicho por el que se han decantado

• figura de Rivera en primer plano, en movimiento y con una sonrisa cortés, social, pero no sentida. Esta expresión es bastante forzada

¿Qué pasa con este cartel, que hace latir poco el corazón? Para empezar, hay una incoherencia en la apariencia en general: el lema es «España en marcha» y las personas de detrás de Rivera están estáticas. Las incoherencias no convencen, sino que hacen chirriar cualquier mensaje. En segundo lugar, «En marcha» ¡es el mismo lema que tenía Macron cuando ganó («en Marche»)! Todo lo que suena repetido, no genera la emoción de sorpresa ni despierta curiosidad. Sus electores son gente con estudios, más cultos que menos, y saben de sobra que el movimiento de Macron se llamaba «en Marche«.

Hay coherencia entre lo que suelen decir y este cartel, pero hay exceso de elementos estáticos y racionales. Seguramente el que le vote lo hará con la cabeza, y quizá busquen eso, el voto racional.

Crítica: yo hubiera puesto a las personas trabajando, o por lo menos andando (como el cartel de Podemos). Y hubiera puesto el lema y la franja amarilla ondeando, con movimiento también. Y por supuesto, el lema… hubiera buscado otro más genuino.

MÁS PAÍS

Cartel electoral Mas pais 2019

Contenido emocional: AUSENTE

¿Pero qué ha pasado con el cartel de Íñigo Errejón? Tiene todo para ser un cartel publicitario muy trabajado… de una compañía aseguradora, un banco para start-ups o una clínica oftalmológica… pero no un partido político que se la juega dentro de 1 semana. El formato irregular, aunque llama la atención y es novedoso, no ayuda porque las formas geométricas irregulares o con poca base dan sensación de inestabilidad.

Lo único es que aparece Errejón en el cartel, y bueno, es una persona y ya hemos dicho que donde hay personas ponemos atención. Pero aparece bajo un filtro de photoshop de color verde corporativo, que lo hace lejano, poco accesible.

Crítica: no hay un solo elemento que invite a conectar desde el plano emocional.

Hasta aquí llega el análisis de los carteles electorales para estas elecciones generales del 10-N. Los elementos emocionales conmueven y ayudan a conectar y a retener mejor en la memoria el mensaje. De esta campaña, los mejores el de Podemos y Vox. Los más flojos: PP, PSOE, Cs y Más País.

Saludos cordiales como siempre,

Ana

Liderar en situación de crisis. Análisis a Sánchez en la Policía en Barcelona

Marlaska-Barcelona

A raíz de los acontecimientos en Cataluña tras la sentencia por el procés, Pedro Sánchez pasó por Barcelona y por un lado visitó a los agentes heridos en los disturbios, tanto mossos d’esquadra como policías nacionales, y por el otro la Jefatura de la Policía Nacional en el centro de la ciudad, que es lo que analizamos hoy.

Viendo el vídeo de su intervención (vídeo al final de todo, muy breve), enseguida pensé «menudo bajón» si yo fuese policía en las circunstancias actuales en Cataluña. Tanto su discurso verbal como su lenguaje no verbal en este caso denotan una falta considerable de liderazgo. ¡Vamos que al acabar casi había que darle una palmadita en la espalda! Tanto es así que hasta Marlaska lo dice con sus gestos.

¿Qué es lo que hace que no sea el líder que hacía falta en ese momento? Vamos a centrar el análisis en 3 puntos:

• proporcionalidad entre discurso y contexto

• capacidad de liderazgo

• comunicación no verbal de Marlaska

PROPORCIONALIDAD AL CONTEXTO

¿Cuál es el contexto en el que hacer esta intervención, dar el discurso? Un cuerpo policial que se ha visto desbordado y sin refuerzos para hacer frente a episodios de disturbios estilo kale borroka, con violencia dirigida hacia los agentes. Gran tensión, compañeros heridos, falta de munición/efectivos, minimización por parte de las autoridades, órdenes de no ir a más a pesar del panorama encontrado. Esto, como análisis previo para empatizar con los receptores de tu mensaje.

Ante una situación similar, las palabras elegidas deben ser equiparables a la situación vivida, de modo que se cree un equilibrio en la balanza entre receptor y emisor. Básicamente, estar en la misma onda, hablar en la misma frecuencia. Palabras a la altura de los hechos. Gestos, tono, volumen… a la altura de las circunstancias.

Este es el discurso, y desde lo verbal, opinad si las palabras elegidas son proporcionales a los hechos y situación:

«Yo creo que sois un ejemplo de profesionalidad, de vocación de servicio público; algo que durante estos últimos años eh… pues eh… se ha menospreciado en algunas ocasiones por la opinión publicada, no la opinión pública. Y para aquellos que creemos en el servicio público, que tenemos vocación de servicio público pues es un orgullo el poder… el poder…eh el poder compartir con vosotros eh este rato y sobre todo el trasladaros estas palabras, ¿no? De agradecimiento, de reconocimiento, de solidaridad, ¿eh?, de apoyo, y sobre todo de ánimo. De ánimo porque no estáis solos, hay muchísima gente detrás vuestro, muchísima gente. Eh… y… es verdad que la crisis no ha acabado pero tenemos que persistir, ¿eh? Ellos probablemente quieran persistir, cronificar esta esta crisis pero nosotros somos mucho más persistentes, mucho más em… cabezotas.»

Esto es el corte al que se tiene acceso. Desconozco si hay más o mejor.

El problema no es tanto las palabras elegidas, a las que faltaría adecuar al contexto (en vez de «crisis», «grave crisis»; en vez de «cabezotas», «tenacidad» o «fuerza y honor», que suelen decir en la PN) como el lenguaje no verbal que las acompañan. Además de lo que decimos es muy relevante cómo lo decimos.

En este caso, Sánchez presenta coherencia entre un discurso verbal muy moderado (se queda muy corto) y un lenguaje no verbal apenas visible, en la entonación, volumen (apenas audible(, amplitud de la gesticulación…

Hay que tener en cuenta también que Sánchez fue abucheado al llegar, donde se habían congregado CDR para recibirle en la Jefatura. Por lo que es posible que su intervención ante la Policía fuese resultado de un estado emocional acorde. Es posible que el estrés le haya jugado una mala pasada, dejando su lado racional y tomar las riendas en dique seco.

En cualquier caso, discurso verbal débil, y debilidad enfatizada por su comportamiento no verbal.

LIDERAZGO

Los estudios demuestran que ante una comunicación de crisis en las empresas, resulta mucho más creíble cuando los líderes de las compañías son sinceros, reconocen la situación en la que se está y no dudan en mostrar esa honestidad también desde le punto de vista no verbal en elementos como el tono de voz, las emociones, o la espontaneidad. Para después si hace falta llenar su discurso de optimismo o de estrategia. Pero pasa por reconocer, por poner sobre la mesa lo que hay tanto en hechos como en emociones.

Cada vez se oye más, y es así, que las tendencias en liderazgo actual se basan en la empatía, la transparencia, la honestidad… Eso hace cercano y creíble, facilita la conexión con el auditorio / equipo, y desde ahí hasta donde se quiera llegar.

Es relativamente fácil en el día a día acercarse a ese estilo de liderazgo (a pesar de que iría en algunos aspectos en contra de la personalidad de los líderes más «cuchillo entre los dientes»). Pero no es lo mismo el día a día que una situación de crisis. Ahí, como en toda situación estresante, sale la madera de la cual cada uno está hecho. Por eso es especialmente importante tomar conciencia de hacer una buena comunicación en esos casos.

En el caso de Sánchez, acudió a la Jefatura de Barcelona en calidad de autoridad, pero creo que se comportó sin ninguna habilidad de influencia o liderazgo disponible en ese momento.

EL GESTO DE MARLASKA LO DICE TODO

El momento cumbre que más denota ese poco convencer de Sánchez es cuando dice:

«Y para aquellos que creemos en el servicio público, que tenemos vocación de servicio público pues es un orgullo el poder… el poder… eh… el poder compartir con vosotros eh este rato […]»

Justo en ese titubeo, no solo Sánchez muestra una expresión facial de duda según la cual parece no saber cómo continuar, sino que Marlaska le mira y empieza a tocarse la boca, un gesto que denota enorme inquietud, podemos hipotetizar que ante la poca elocuencia de Sánchez. Luego hace ver que se estaba sacando algún tipo de pelusa, muy típico en estas situaciones.

Marlaska Barcelona
Marlaska gesto inquietud

En fin, hasta aquí el análisis de hoy. Los análisis a personajes públicos aquí los sacamos a colación para luego quedarnos con 2 o 3 ideas que aplicar nosotros en situaciones similares. En este caso, en comunicaciones de crisis, contextos más excepcionales que requieren una actitud y un comportamiento también especiales.

Tanto en la faceta laboral como en la personal, si queremos ejercer un buen liderazgo, convincente y que lleve hacia algún lado, que marque un antes y un después de nuestra intervención:

• adecuar lo que digamos/y cómo lo digamos al contexto, buscando equilibro y proporción

• si tienes que liderar: ábrete, sé honesto, sea cual sea la situación, y lo que tengas que mostrar: emociones, hechos de connotación negativa…

• atentos al lenguaje no verbal del resto de oyentes! Sin que tengan que estresarnos más, nos pueden servir de guía y medición 

Espero que os haya sido útil y podáis adecuar este análisis a otras situaciones.

Un cordial saludo,

Ana

Bolsonaro y Trump, sintonía a primera vista

El encuentro de Bolsonaro y Trump ayer en Washington puede resumirse así: sintonía absoluta. Tanta, que cuesta creer que su lenguaje no verbal fuese realmente espontáneo.

Cuando dos personas están interactuando y tienen interés la una en la otra, se entienden, conectan… esa conexión se puede observar también en su comunicación no verbal: las posturas que adoptan son similares, el paso al andar, los gestos… Se llama sincronía y sucede porque de forma inconsciente ambas personas se imitan el lenguaje no verbal. Por eso, a veces podemos notar desde lejos, en el trabajo o en el bar, cómo dos personas se están entendiendo, aun sin saber de qué están hablando. Son como un espejo.

Esta semana ha estado el presidente brasileño, Jair Bolsonaro, de visita oficial en EE.UU. Tanto Bolsonaro como Trump coinciden en parte del ideario y están colaborando en la cuestión Venezolana. Tras su reunión, ofrecieron una rueda de prensa en la que quedó patente la buena relación y sintonía que había habido entre ambos.

Los elementos no verbales que muestran su sintonía suceden al final de la rueda de prensa (abajo os dejo enlace al vídeo):

1. AURICULAR. Al dar por acabada la ronda de preguntas, se quitan a la vez el auricular de la interpretación. Inician el movimiento de la mano desde el atril hasta la oreja en el mismo segundo, décima y centésima.

Comunicacion no verbal Bolsonaro Trump

2. SALUDO SIMULTÁNEO. Tras quitarse el auricular y darse un apretón de manos, saludan a la vez antes de irse. Mismo gesto, misma mano, mismo tiempo exacto.

Trump Bolsonaro lenguaje no verbal

3. SE GIRAN A LA VEZ. Al darse la vuelta para irse, inician el giro a la vez y hacia el mismo lado. He de decir que aquí una empieza a pensar si lo habrán ensayado antes.

Trump Bolsonaro sincronia

Aunque con estos elementos sí vemos una gran sintonía, también hay otros que nos pueden hacer pensar que quien tiene más la sartén por el mango es Bolsonaro.

Admiración y reverencia de Trump. Por un lado, Trump manifiesta admirar al presidente brasileño, y esa admiración tiene su correspondencia en su lenguaje no verbal: al darle el turno de palabra a Bolsonaro, le hace una reverencia con la cabeza (respeto), y ese cambio en la postura se mantiene durante ese primer apretón de manos. Trump no yergue la espalda hasta haberle soltado la mano. Sé que es difícil de ver (parece que solo incline la cabeza, pero la espalda se queda ligeramente encorvada un rato), pero en el lenguaje no verbal puede tener estas sutilezas, que son precisamente en las que vale la pena fijarse por las implicaciones que luego supone.

Palma hacia arriba. Se dan la mano 3 veces. En 2, Trump tiende la mano con la palma hacia arriba, tradicionalmente considerado el estilo sumiso (por contraposición al cooperador y el dominante). Si sumiso os parece una palabra fuerte, se le puede llamar también «con ganas de ponerlo fácil».

Bien juntos. Trump y sus apretones de mano son ya un clásico, a veces fuente descarada de tensión para sus interlocutores. Este apretón final no defrauda: Bolsonaro, pasados unos segundos, intenta zafarse pero no hay forma: retira el brazo y Trump no solo no le suelta la mano sino que da un paso hacia él y lo mantiene sujeto un par de segundos más, mientras gasta una broma con la prensa. Sin duda parece querer estrechar lazos con el presidente brasileño.

Bolsonaro Trump apreton

Indicar y ceder el paso. Finalmente, comentar que si bien Trump ha ejercido de anfitrión y director orquesta en general (al marcar los turnos de habla, al iniciar los 3 apretones de manos, etc.), Bolsonaro no pierde ocasión de transmitir poder y dominar: al irse, se queda atrás y es él quien dirige a Trump, primero poniéndole el brazo en la espalda para guiarle, y después cediéndole el paso en la puerta y quedándose él el último.

De hecho Bolsonaro recuerda mucho en su postura y en su manera de andar a Vladimir Putin: ligero balanceo al caminar, postura expansiva con los brazos ligeramente separados del tronco. Según los estudios, este tipo de posturas se deben a un nivel más alto de testosterona, lo que lleva por un lado a asumir riesgo con mayor facilidad, y por otro comunican poder a los demás, que se prestan a ser liderados.

Bolsonaro lidera

¿Qué puede suponer este lenguaje no verbal? Esa sintonía general, y ese discreto dominio de Bolsonaro pueden, con probabilidad, trasladarse del mismo modo a la mesa de negociación a la hora de sellar acuerdos para su alianza.

Un cordial saludo,

Ana

Y aquí el enlace del vídeo. Id al minuto 30’25» para ver la parte de mayor sintonía, que parece coreografiada: